Este causa la muerte no porque se expanda sino porque no provoca síntomas hasta que está realmente avanzado. Eso brinda una gran ventana de oportunidad para tratar de detectar la presencia de estos cánceres en los primeros 20 años de su existencia, antes de volverse letal como lo indica un estudio de la Johns Hopkins University en Baltimore. El cáncer de páncreas es uno de los tumores que causa la muerte del 95% de sus víctimas dentro de los cinco años del diagnóstico. El equipo que trabajó con investigadores británicos en el Instituto Sanger y la Universidad de Cambridge, realizó una especie de investigación genética arqueológica sobre los tumores pancreáticos. Los expertos recolectaron muestras de tejido durante autopsias realizadas inmediatamente después de la muerte de pacientes con cáncer de páncreas, así como también de tres pacientes cuyos tumores fueron removidos quirúrgicamente en un intento por salvar sus vidas. El equipo describió a la revista Nature cómo usaron mutaciones en los tumores como un "reloj molecular" para medir la evolución de los tumores en el tiempo. El ADN muta a una tasa que puede calcularse y los investigadores ya conocen qué mutaciones fueron causadas por el cáncer pancreático. Los expertos compararon las variaciones del ADN en el tumor primario el primero que crece en el páncreas con las de los tumores secundarios en el hígado y otros órganos. Lograron crear una especie de árbol genealógico con cada generación sucesiva, teniendo mutaciones adicionales en los genes que comenzaron el proceso. Los científicos estimaron que lleva un promedio de 11,7 años antes de que se desarrolle la primera célula cancerosa real dentro de una lesión precancerosa. Se requieren otros 6,8 años para que un tumor crezca y la primera célula cancerosa se disemine a otra parte del cuerpo y, luego, unos 2,7 años cuando el paciente muera.