Una joven modelo con problemas emocionales cae desde su balcón de Mayfair en plena noche. Su cuerpo yace en la calle nevada. Todo el mundo asume que ha sido un suicidio, excepto su hermano, que contrata los servicios del investigador privado Cormoran Strike para que se encargue del caso.Veterano de guerra con secuelas físicas y psicológicas, la vida de Strike es un desastre. El encargo le da cierto respiro económico, pero cuanto más profundiza en el complejo mundo de la modelo, más oscuro parece todo y más se acerca Strike a un gran peligro.Un elegante misterio impregnado de la atmósfera de Londres, desde las calles más selectas de Mayfair hasta los pubs ocultos del East End o el bullicio del Soho.La muerte de una modelo en la cumbre de su carrera, un detective de capa caída, una secretaria temporal con iniciativas y un caso que llevará al detective y su secretaria a moverse por el mundillo de los ricos y famosos para esclarecer lo que en un principio parecía un suicidio y podría ser algo más.
A estas alturas hablar de Robert Galbraith sin pensar en J.K. Rowling es imposible. El canto del cuco es la segunda novela para adulto de la autora, conocida mundialmente por su saga juvenil Harry Potter, y se atreve a tocar un género que requiere una trama compleja y una gran dosis de psicología para dar credibilidad a sus personajes, porque en una novela policíaca, nada es lo que parece y todos tienen algo que esconder. En esta caso, la autora me ha convencido aunque tampoco es que tenga muchas referencias en el género para considerarme una entendida, pero al acabar me he quedado satisfecha.El punto fuerte de la novela son sus personajes, empezando por el detective; un hombre maduro con una vida privada un tanto caótica que se ve obligado a vivir en su diminuto despacho tras una ruptura turbulenta con su pareja. De hecho, cuando Robin, la joven secretaria, que manda la agencia temporal al despacho de Cormoran Strike, ve por primera vez al que será su jefe, se encuentra con un hombre con el rostro marcado por las uñas de su exnovia. Tras un tropiezo y un rescate un tanto inoportuno en las maneras, Robin descubre que ese hombre enorme e intimidante es el jefe perfecto, la deja a su aire, apenas le da trabajo y encima es detective, cosa que ella ignoraba. De esa manera cumple con uno de sus sueños: investigar. Lo que Robin ignora es que la agencia apenas tiene trabajo, aunque lo descubre enseguida. Tampoco sabe que su jefe es un ex militar que abandonó el ejército tras perder una pierna y que no tiene ni hogar ni familia, que su infancia fue caótica y que su padre es una vieja gloria del rock.Entre los poquísimos clientes de la agencia y amenazas anónimas, aparece un potencial cliente,
J.K. Rowling - Robert Galbraigh
hermano de un amigo de la infancia de Cormoran, también hermano de la fallecida modelo: John Bristow. John está más que convencido de que la policía no investigó a consciencia la muerte de su hermana Lula Landry y sospecha que en realidad fue asesinada. Si bien al principio Cormoran se muestra reticente a aceptar el caso porque ve en John a un hombre desesperado que se niega a aceptar la realidad de la muerte de su hermana, acaba por ceder convencido que no será más que una investigación rutinaria que confirmará que la modelo conocida por sus problemas psicológicos decidió quitarse la vida. Lo que en un principio parecía un caso rutinario se convertirá enseguida en un complejo puzle de testimonios y relaciones turbias, donde cada uno oculta algo. Cormoran, con la ayuda de su emprendedora secretaria, descubrirá que Lula no tenía un rostro, sino varios según con quien habla, y que podía ser tan adorable como egoísta. Sus familiares, amigos y vecinos trazaran un retrato complejo, salpicado de sombras y luces a través de los cuales resultará obvio que la modelo escondía un secreto. Como he dicho antes, no tengo muchas referencias en cuanto al género, puede que para el lector más avezado, El canto del cuco esté plagado de tópicos o presente una trama compleja y bien trazada, pero a mí me ha convencido. Lo que más: el perfil de cada uno de los personajes involucrado en la investigación, desde la madre moribunda, hasta el novio problemático. La autora les ha dotado de múltiples facetas lo que confunde porque lo que parecía evidente en un inicio, llega a ser lo contrario. Son personajes con muchas zonas grises, no son ni malos ni buenos, sino humanos.Lo único que me ha dejado un poco perpleja es el desenlace: me sorprendió pero porque no lo entendí del todo, sobre todo el por qué. Bueno, sí que lo entendí pero no sé si me pareció convincente. Aun así disfruté de la novela de principio a fin, sobre todo de la frágil relación entre el jefe y la secretaria que se forja a lo largo de la novela: el temperamento metódico y riguroso de Cormoran a pesar de encontrarse al filo de la indigencia, de sus lesiones físicas y emocionales por su condición de veterano de guerra, y el entusiasmo de una joven que prefiere hacer realidad un sueño quizás infantil pero profundamente arraigado en ella a dejarse llevar por lo más conveniente. El detective es un protagonista completo, que sostiene todo el peso de la novela con maestría, se mueve con soltura pero sin arrogancia ni prepotencia. Hurga con sutileza en las mentes de todos los que tienen algo que decir, se adapta y eso que por su envergadura y estatura puede parecer difícil. Robin aporta frescura, entusiasmo, quizá una pizca de ingenuidad y sobre todo instinto.En resumen: J.K. Rowling ha ganado varios puestos en mi lista de autores para adultos a tener en cuenta. Me gusta su estilo preciso y a la vez detallista, sabe transmitir sensaciones, realismo, todo en una ambientación muy lograda. Espero que sea el primero de otros muchos con esta pareja el frente de la agencia de detective.