
El Caracol.
Saborea la quietud y reposa; entonces duerme y se sueña un ente abisal, eterno, solitario; envuelto en la tibieza y humedad del útero...
En algún lejano horizonte, alguien cabalga un reloj...;el péndulo oscila sus vaivenes sobre dos tambores...
... Hincando la arena enmohece su herrumbre un péndulo, inmóvil en el sueño perezoso de un viejo relojero.
