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El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

Publicado el 08 octubre 2013 por Aposilio @aposilio

La actitud pendenciera del delantero brasileño del Atlético de Madrid provocaría numerosos conflictos con los rivales de España y obligaría a sus compañeros a defenderlo para evitar males mayores 


El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

Fuente: futbol.as.com

Diego Costa no es jugador para la selección española. Y no lo es porque haya nacido en Brasil, pues uno es de donde paga sus impuestos, sino porque su carácter pendenciero le incapacita para formar parte de un combinado que ha hecho del fútbol estilizado y elegante su bandera. No hay partido en el que el delantero del Atlético de Madrid no tenga duros enfrentamientos, al margen de los meramente deportivos, con sus rivales. Va en su carácter. Lo lleva en la sangre. Es incapaz de autocontrolarse. Su sangre es más que caliente, bulle en sus venas y no puede reprimir sus sentimientos más salvajes. No le hace falta ningún motivo especial para encararse con un contrario, el árbitro o el público rival. Disfruta en la pelea, el conflicto, la tensión. Su fútbol es demasiado agresivo para lo que estila la selección de Del Bosque, cuyos integrantes huyen del cuerpo a cuerpo para sacar más provecho a su elevada técnica. Es de los que mete el pie aun a sabiendas de que no va a llegar al balón, de los que dejan la plantilla mirando para otro lado, de los que se defiende atacando primero, por lo que pueda llegar. Es lo que ha mamado y lo tiene muy claro, pues en una reciente entrevista explicaba que aprendió a jugar al fútbol en la calle, utilizando los codos y las patadas como arma indispensable para sobrevivir entre los chicos de su barrio. Y es lo que sigue haciendo para ganarse la vida, aunque ahora de manera muy holgada.

El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

Fuente: abc.es

Los riesgos de disponer de un jugador tan vehemente en un equipo son enormes. Un profesional que se sabe que va a responder a cualquier provocación es carne de cañón. Todos los rivales saben que solo tienen que enseñarle el pico de la muleta para que embista como un toro bravo. Y todas las provocaciones del enemigo le tienen como objetivo, para que responda violentamente y acabe expulsado. En España, los colegiados ya le conocen y contemporizan para no acabar mostrándole la tarjeta roja. Se pudo comprobar una vez más en el pasado derbi madrileño, donde se encaró con el trencilla, juntando su cara a escasos centímetros de la de Mateu Lahoz, después de haberle mostrado este tarjeta amarilla. Si no llega a ser por su compañero Arda Turan, que le sujetó la mano al trencilla para que no sacara  la roja, habría terminado una vez más en el vestuario antes de tiempo. Pero en el resto de países no suelen ser tan magnánimos y España acabaría con diez jugadores en más encuentros de los habituales.

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Fuente: estadiodeportivo.com

Además, a este espigado delantero le da igual que el contrario sea su máximo enemigo o un rival con el que su club mantenga buenas relaciones, que se enfrente al primero o al último de la tabla, que vaya por delante en el marcador o claramente por debajo. Nada de esto le inoportuna ni le hace reflexionar. Basta que haya ocasión en la que observe que pueda sacar provecho para provocar el choque, del cual suele obtener beneficio. Se mueve como pez en el agua en la polémica. Y este estilo no combina con el instaurado desde hace años en la selección española, fina y estilista donde las haya, y que huye de la tensión y la acciones desmesuradas porque, simplemente, no le convienen. Si finalmente este polémico profesional toma parte en el combinado nacional, se verá a Iniesta, Xavi, Casillas y demás colegas discutiendo con los rivales en numerosas ocasiones para defenderlo, porque no dejaría de ser un compañero. Incluso en más de una ocasión le reprenderían a él para evitar un mal mayor, como se pudo comprobar también en el último choque que disputó en el Bernabéu, cuando su compañero Turan le echó una enorme bronca para que se calmara y no dejara a su equipo en desventaja, como estuvo a punto de suceder.

El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

Fuente: marca.com

Todo esto no quiere decir que en la selección española jueguen hermanitas de la caridad. Ni mucho menos. Hombres como Ramos, Piqué, Arbeloa, Jordi Alba y Busquets también se emplean con violencia en algunas ocasiones, incluso cuando no es necesario. Pero no es su norma de comportamiento. Les puede pasar cuando pierden los papeles o la tensión es máxima. Pero, en líneas generales, saben controlarse y son capaces de diferenciar los momentos en los que salirse de madre puede resultar beneficioso. Mientras que para Costa, la controversia y el conflicto es su estado natural, donde sabe manejarse con maestría. Hay algunos aficionados a los que este estilo les gusta y les enardece. Pero creo que la mayoría lo rechaza. Y puede pasar que la inquina que ha cultivado en todas las aficiones, excepto en las de los clubes en los que ha jugado (Celta de Vigo, Albacete, Valladolid, Rayo Vallecano y Atlético de Madrid), podría predisponer a algunos en su contra, silbándole o abucheándole llevando la camiseta roja, lo que no beneficiaría a nadie.

El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

Fuente: compostimes.com

Junto a su carácter pendenciero, también hay razones exclusivamente deportivas que hacen pensar que Diego Costa no sería una buena incorporación para la selección. Es un delantero que, sin duda, se encuentra en gran forma y está encontrando portería con más asiduidad de la acostumbrada. Lo atestigua que es el pichichi de la Liga española en estos momentos. Pero es un jugador que necesita espacios para rendir al máximo. Cuando los rivales se juntan cerca del área, su labor resulta más discreta, aunque también ha mejorado su rapidez de disparo dentro del área. Y de lo que no podrá disfrutar jugando con España es de grandes espacios, pues se ha hecho costumbre que los rivales del combinado de Del Bosque monten el autobús delante del área para impedir las andanzas de los numerosos bailarines que integran el plantel de la selección. Es más, creo que delanteros como Soldado o Negredo tienen otras características que les hacen más adecuados para el equipo de todos.

El carácter de Diego Costa es incompatible con el estilo de la selección española

Fuente: estadiodeportivo.com

Por todo ello, extraña mucho que el marqués Del Bosque haya comunicado a Diego Costa que estaría dispuesto a seleccionarlo si acepta jugar con España. De hecho, ya le habría convocado para disputar los dos últimos partidos de clasificación para el Mundial que la selección va a disputar en los próximos días, lo que prácticamente le habría asegurado un puesto para el Campeonato del Mundo de Río de Janeiro del año que viene. Pero la reacción de la Federación brasileña y sus gestiones ante la FIFA han servido para que el permiso se retrase y haya que esperar a la decisión de la Comisión del Estatuto del Jugador del máximo órgano del fútbol mundial. La leyes dictan que el delantero nacido en la localidad brasileña de Lagarto puede defender la bandera española porque no ha jugado ningún partido oficial con la canarinha, aunque haya tomado parte en dos amistosos. Como ya se ha nacionalizado español por llevar residiendo en este país más de cinco años, cumple todas las condiciones para formar parte del actual campeón del mundo. Aunque la reflexión y la sensatez dicten lo contrario. 

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