Algunos me llamarán nostálgico y otros romántico, pero me reconocerán que el trazado del pueblo abandonado de El Vado es un ejemplo de urbanismo bien hecho.Aunque las imágenes hablan por si mismas (basta dedicarles algo de tiempo), permítanme que señale algunos detalles interesantes: dos barrancos separan el casco urbano de los corrales, que están situados a los pies de la fuente; dos caminos parten desde ahí hasta el rió y al casco urbano por las afueras del pueblo, …
¡Ya nos gustaría que nuestras ciudades, tan modernas, respondieran a estos mismos criterios!
Lar-ami
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