"Ella lo miró con gran sobriedad.
-De veras lo cree, ¿no es así? - dijo, con la expresión de quien cree estar contemplando un fenómeno inexplicable.
-Así es - dijo él.
-Tiene usted fe en que finalmente triunfará el Bien.
---No lo sé. [...] Ninguna otra actitud es válida."
Fragmento de El caso de Betty Kane de Josephine Tye
Desde que tengo uso de razón he necesitado que hubiera una pizca, por pequeña que fuera, de misterio en mi vida. Mi existencia es bastante normal (lo cual agradezco), así que esa dosis requerida de misterio la he recibido gracias a los libros, pero no cualquier libro me sirve. Las novelas policíacas, sobre todo las de finales del XIX y principios del XX, logran copar esa necesidad vital.
En mi afán por descubrir nuevos autores, me topé con la editorial Hoja de Lata, cuyo nutrido catálogo ofrece grandes títulos de muy diversa índole. Una novela en concreto, captó por entero mi atención: El caso de Betty Kane de la escritora británica de los años cuarenta Josephine Tey.
No había oído hablar de esta autora ni leído nada suyo, pero las buenas críticas que en su día tuvo, que aún hoy cosecha, y la temática de su obra me convencieron para leer El caso de Betty Kane, que gracias a la editorial Hoja de Lata puedo hoy reseñar. ¡Mil gracias!
El caso de Betty Kane es la historia del pequeño pueblo de Milford y cómo el curso de sus vidas cambia por completo cuando la angelical Betty Kane irrumpe en su apacible cotidianidad. El abogado Robert Blair recibe una tarde, justo antes de marcharse a casa, una llamada de Marion Sharpe, una misteriosa mujer que vive con su anciana madre en un gran caserón a las afueras, alejadas del mundo tras los altos muros de su finca. La mujer le pide ayuda, la policía está en su casa y las acusa de haber secuestrado y vejado durante un mes a una tal Betty Kane. Ellas afirman ser inocentes, pero la historia de la joven parece muy sólida y asombra la cantidad de detalles que es capaz de dar de una casa que, a parte de las Sharpe, nadie ha pisado en mucho tiempo. Robert tendrá que alejarse de sus sencillas gestiones como abogado de pueblo y pensar como un criminalista y avezado detective. Pero, ¿quién dirá la verdad, las extrañas Sharpe o la inocente Betty?
Me ha entusiasmado el estilo narrativo de la autora. En especial, su gran capacidad para crear suspense y llenar de intriga al lector cuando los sucesos que acontecen no son especialmente emocionantes o claves, pero logra que cada escena, por normal que parezca, nos mantenga atrapados. Crea una gran atmósfera que nos envuelve y acabamos siendo un miembro más de la pequeña comunidad de Milford. Al principio nos siembra de dudas, luego nos plaga de interrogantes, y poco a poco, con sencillez y calma, nos desvela el gran misterio. Por el camino hacia la resolución del caso, vamos conociendo muy bien a cada personaje y rápidamente la familiaridad con ellos se instala en nosotros.
Robert Blair, protagonista indiscutible, es un abogado de cuarenta años que lleva toda la vida trabajando en el bufete de su familia. Lleva una vida apacible y es feliz, pero la monotonía comienza a hacer mella en él, lo cual le sorprende, ya que nunca antes había anhelado que su vida fuera más emocionante. El caso Kane pondrá patas arriba su idílica existencia y le proporcionará más emociones de las esperadas.
Marion Sharpe y su madre, son dos mujeres que no han tenido una vida fácil. Siempre han tenido que luchar para salir adelante. El fallecimiento de un pariente las convierte por sorpresa en propietarias de la finca conocida como La Hacienda, un tétrico caserón en el que viven al margen del resto. No se relacionan con nadie de Milford, lugar al que sólo acuden a por provisiones. En el pueblo las consideran unas forasteras que les inspiran muy poca simpatía.
El primo Nevil, futuro heredero del bufete, es un joven inmaduro que se dedica a sus poemas y que deja todas las responsabilidades del negocio a Robert. Es un hortera, pero es un joven muy alegre al que el caso Kane cambiará por completo.
La propia Betty, una chica de quince años a la que vamos conociendo a la par que Robert. Huérfana por culpa de la guerra, Betty lleva ya varios años siendo la respetable hija de una respetable familia. El infortunio parece haberle golpeado durante sus vacaciones con unos parientes. Su historia conmueve a todo el país y se convierte casi en símbolo de santidad para ellos.
Hay otros muchos personajes memorables que me dejo en el tintero, pero más emocionante será que los conozcáis por vosotros mismos.
Junto al suspense y la intriga que inundan el relato, el humor y la excentricidad de muchos de los implicados me ha cautivado y hecho que me riera con sus excelentes diálogos y el modo tan realista con el que es capaz la autora de plasmar la naturaleza humana.
El caso de Betty Kane es una novela policíaca atípica. Para empezar su protagonista no es para nada policía ni detective, son las circunstancias las que lo obligan a asumir dicho papel. A diferencia de otras obras del género, los personajes están muy perfilados y terminamos conociéndolos en profundidad, no son meros hombres de paja puestos con el propósito de rellenar. Como trasfondo de la trama, hay una clara crítica hacia los prejuicios y el odio de la masa, el papel muchas veces cínico, sensacionalista y dañino con el que la prensa aborda un asunto amparándose en la libertad de información y vulnerando la presunción de inocencia, y cómo los intereses de ciertas personalidades pueden influir negativamente en los procesos judiciales.
me ha encantado por lo bien escrito que está y lo emocionante de su trama, la riqueza de sus diálogos y sus entrañables personajes. Añadir, que la imagen de portada (de la artista Sólo me queda decir que El caso de Betty Kane de Josephine Tye Dee Nickerson) escogida para el libro en la edición española es preciosa y la encuadernación está muy bien. ¡Un libro altamente recomendable para cualquier lector que se precie!
Avisaros de que éste no es el único título de Josephine Tye que podéis encontrar. La editorial Hoja de Lata publicó también La señora Pim dispone otra de sus grandes novelas que tuvo una gran acogida. Desde aquí, ¡mil gracias a la editorial por el ejemplar del libro, por los marcapáginas y la preciosa postal con dedicatoria!
Argumento: Robert Blair, abogado en un pequeño y apacible pueblo británico, da ya por terminada su tranquila jornada laboral en el despacho cuando suena el teléfono. Es Marion Sharpe, vecina de la localidad, una mujer de pocas palabras que vive con su madre en una decrépita hacienda a las afueras del pueblo. Las Sharpe acaban de ser acusadas de secuestrar a una recatada jovencita llamada Betty Kane. Las declaraciones de la chica, al principio bastante improbables, cobran fuerza con las minuciosas descripciones del desván de los horrores donde supuestamente la tuvieron retenida. Y Robert Blair, convertido a la fuerza en detective amateur, deberá desentrañar este paradójico caso, que ni tan siquiera el Inspector de Scotland Yard, Alan Grant, es capaz de comprender.
Tras la excelente acogida de La señorita Pym dispone (Hoja de Lata, 2015), ofrecemos ahora un nuevo misterio de esta originalísima dama del crimen escocesa, siempre dispuesta, con su afilada pluma, a contarnos la realidad desde una óptica nada convencional.