Al parecer, al principio de su vida, el Universo era un lugar de extremos.
Esa es la conclusión que los científicos están sacando de nuevas observaciones en el infrarrojo de una muy lejana e inusualmente brillante y masiva galaxia elíptica.
Esta galaxia se encuentra a 10 millones de años luz de distancia, y nos da una idea de lo que podía verse en el universo cuando tenía sólo alrededor de un cuarto de su edad actual.
Las mediciones muestran que la galaxia es tan grande e igualmente densa como las galaxias elípticas que se encuentran mucho más cerca de nosotros. Junto con las recientes observaciones por un equipo de investigación diferente (que encontró una galaxia elíptica muy compacta y densa muy en los inicios del universo), los resultados ahondan en el rompecabezas sobre cómo galaxias plenamente desarrolladas podían coexistir en el universo temprano junto otras aparentemente menos maduras.
“Lo que nuestro programa de observaciones demuestra es que al lado de estas galaxias compactas había otras que eran hasta 100 veces menos densas y de entre dos a cinco veces más grandes. Esencialmente plenamente desarrolladas y mucho más similares a las galaxias elípticas que vemos en el Universo local en torno a nosotros en la actualidad”, explica Michele Cappellari del Departamento de Física de la Universidad de Oxford, y autor de un informe sobre la investigación en The Astrophysical Journal Letters .
“El misterio es cómo estos dos extremos diferentes, coexistieron tan pronto en la evolución del Universo.”
Las galaxias elípticas, que son de forma regular, pueden tener más de diez veces la masa de las galaxias espirales, como nuestra propia Vía Láctea y contienen estrellas que se formaron hace más de 10.000 millones de años. Una forma de controlar la densidad de tales galaxias es utilizar el espectro infrarrojo que emiten para medir las velocidades de propagación de sus estrellas, algo que tiene que equilibrar la fuerza de la gravedad.
Las mediciones de una lejana galaxia elíptica compacta han demostrado que las estrellas se estaban dispersando a una velocidad de unos 500 kilómetros por segundo, un dato correcto en relación a su tamaño, pero desconocido en galaxias locales.
El nuevo estudio, con el telescopio japonés de 8,3 metros Subaru en Hawai, descubrió una galaxia elíptica plenamente desarrollada con sus estrellas dispersándose a una velocidad de menos de 300 kilómetros por segundo, algo mucho más parecido a lo observado en galaxias similares cerca de nosotros.
“Nuestro siguiente paso es utilizar el telescopio Subaru para encontrar la proporción relativa de estos dos extremos, entre las elípticas completamente crecidos y compactas, y ver cómo encajan con la cronología de la evolución del Universo joven”, dice Michele. “Esperamos que esto nos de nuevas pistas sobre la solución de este rompecabezas cósmico.”
El Doctor Michele Cappellari trabaja en el Departamento de Física de Oxford.
La investigación fue llevada a cabo por un equipo internacional liderado por Masato Onodera, CEA / Saclay, Francia.
Autor: Pete Wilton
Enlace original: The case of the grown-up galaxy