Probablemente sea uno de los castillos más visitados y mejor conservados de España. El Castillo de Coca, en la pequeña población homónima de la provincia de Segovia, tiene una dilatada y extensa historia que resume a la perfección cuanto ocurrió en la España que se hacía paso del medievo a la modernidad.
En el trance entre lo medieval y lo moderno
Así puede decirse que fue como se construyó este castillo. Como curiosidad, Teodosio “el Grande”, emperador de todos de los romanos durante la segunda mitad del siglo IV d. C., nació en la villa de Coca, tal y como aparece en la lápida que desde 1944 luce este castillo. El de Coca se trata de uno de las edificaciones medievales más impresionantes y bellas del país, levantada en la provincia de Segovia hace unos cinco siglos.
La historia del Castillo de Coca tiene su inicio en el año 1453 cuando Juan II, Rey de Castilla durante la primera mitad del siglo XV, dio permiso para su realización al que entonces era arzobispo de Sevilla y Señor de Coca, Don Alonso de Fonseca.
En principio, fue Don Alonso quien ordenase al arquitecto musulmán Alí Caro la construcción del castillo; sin embargo, existen indicios de que las obras no finalizaron hasta veinte años más tarde tras la muerte del Arzobispo de Sevilla y la dirección del sobrino de este, Don Alonso II de Fonseca. Una cita escrita en la Torre del Homenaje situada cerca del Castillo de Coca, “Alfonso de Fonseca, MCCC…”, nos indica que la finalización de este se realizó antes de acabar el siglo.
Más adelante, tras la muerte del sobrino del arzobispo de Sevilla, María Fonseca, la primogénita, pasaría a heredar el patrimonio de su padre; sin embargo, Isabel la Católica publicó una nueva ley para la villa, por la que se eliminaban los derechos de las mujeres a la herencia, de tal forma que el Castillo de Coca pasó al poder de Antonio de Fonseca.
El legado del Castillo de Coca
Durante siglos se han construidos enormes castillos medievales como el de Coca, pero éste ha sido especial por los numerosos acontecimientos que en él se dieron. En uno de ellos, durante la invasión francesa a principios del siglo XIX, el Castillo de Coca quedó prácticamente destruido, y tras el paso de posesión de este a favor de la Casa de Alba, fue reconstruido y convertido en tesoro artístico de España en 1928. A partir de entonces, su gestión fue llevada por la Dirección General de Bellas Artes hasta que en 1954 fue reformado como escuela para capataces forestales, tal y como se conoce en la actualidad.Entre todos los castillos medievales de la península, destaca por ser probablemente el máximo exponente del estilo gótico y mudéjar. Hoy en día es uno de los castillos medievales más visitados de toda la península y uno de los destinos turísticos más atractivos para aquellos amantes de la Historia. Porque si por algo destaca este castillo, es por haber sido una de las edificaciones que más historia guarda entre sus muros. Y es que, si las piedras hablase, como dice el dicho, cuánto diría el Castillo de Coca...