Revista España

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

Por Ninosenmochila @ninosenmochila

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

Castillo de la Atalaya (Villena)


No teníamos nada planeado para este fin de semana, ya que por circunstancias familiares debíamos estar en casa a partir del sábado a medio día. Pero más o menos a mitad de semana nuestros amigos J. N. y N. nos comentaron que aún así podíamos aprovechar la mañana del sábado para hacer algo juntos y a nosotros nos pareció una idea fantástica. 
El sábado por la mañana aún no teníamos claro dónde íbamos a ir. Quedamos sobre las 10:45h y en ese momento decidimos visitar el Castillo de la Atalaya, en Villena. N. había visto por internet que se podía visitar y que la entrada era gratuita. Además estaba bastante cerca y ninguno lo conocíamos. La verdad es que nosotros solamente hemos estado en el castillo de Banyeres, y mira que nuestra provincia está llena de ellos.

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

Camino de acceso al castillo


Pusimos rumbo a Villena por la A-31 (la carretera de Madrid) y en poco rato estábamos en nuestro destino. Nosotros cogimos la segunda salida, la de Villena norte, y seguimos las indicaciones que había para el Castillo. En un momento dado las indicaciones se pierden por el centro de Villena, pero cómo solamente se puede circular en un sentido (lo demás son direcciones prohibidas). Cuando empiezan a haber cruces de nuevo, vuelven las indicaciones. La verdad es que nos desorientó un poco.
Al llegar a la zona donde esta el castillo nos dimos cuenta que la salida Villena (Sur) de la A-31 nos dejaba más cerca. Así que...
  • Consejo: Si pensáis ir al castillo de Villena, coged la salida Villena (Sur). El acceso es más directo y os ahorráis circular por el centro de la localidad.

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

La torre del homenaje


Cerca del castillo está la oficina de atención al visitante. Nos acercamos allí y nos informaron de que la visita, que es guiada, comenzaba en cinco minutos. De momento son gratuitas, pero el guía  nos comentó que en unos meses comenzarían a cobrarlas. El castillo no puede visitarse de forma libre, de hecho, en cuanto comienza la visita cierran las puertas. En la web de turismovillena.com podéis consultar los horarios de las visitas.
  • Consejo: Si vais con niños hacedles ir al baño antes de entrar, ya que una vez empezada la visita no se puede salir y dentro no hay.
  • Consejo: Aunque haga buen tiempo, es mejor llevar una rebeca o alguna chaquetita, sobretodo para los peques. Al estar en alto, dentro del recinto del castillo corría el aire y hacía fresco a pesar del sol que nos hacía sudar un ratito antes.

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

El patio de armas.


El guía era muy majo. A Marco le gustan mucho los castillos y ahora los están estudiando en el cole, así que todo el rato quería hacer preguntas y comentar, cosa que el chico se tomó muy bien. Entró en el juego y le iba preguntando a Marco si sabía para que era esto o aquello. Claro, el peque salió encantado. Por la tarde me contaba lo mucho que le había gustado. Carla y A. también lo pasaron genial. Mi hija no paraba de decir que era el castillo de Bella y que quería ir a verla. No paraban de juguetear, correr y reírse.

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

Entrada principal del castillo


El castillo de origen musulmán y terminación cristiana está bastante bien conservado. Tienen previsto comenzar nuevas obras de excavación y conservación para este verano. Pudimos ver la doble muralla que guardaba el castillo, el patio de armas con alguna de las torres defensivas y sus almenas, el aljibe y la torre del homenaje por fuera. Normalmente la torre es visitable, pero hace unos meses un rayo impactó en ella destruyendo el sistema eléctrico de iluminación y causando algunos destrozos. Incluso hizo saltar algún trozo de piedra. Así que por el momento no se puede entrar en ella. Tenéis mucha información sobre el castillo aquí.

El Castillo de la Atalaya de Villena (Alicante)

La torre del homenaje.


Al acabar la visita bajamos paseando hacia el centro para buscar un sitio donde comer. Encontramos un local donde había un menú bastante completo a 8,50€ y una carta muy económica. Se llamaba cervecería Saboy. La comida no era nada del otro mundo, pero entre la buena compañía y las risas que nos echamos estuvimos muy a gusto.
Se nos hacía tarde para volver, así que tras tomarnos el cafelito emprendimos el camino, cuesta arriba, hacia el coche. Habíamos pasado una mañana de lo más entretenida y divertida con nuestros amigos. Y los peques lo pasaron bomba.
Si queréis ver más fotos os las he dejado aquí.

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