Los más eruditos en esto de leer quizás consideren la novela que hoy presento como algo demasiado usado, escaso de imaginación y con un recurso narrativo que se ha visto imitado infinidad de veces. Y aunque no les falta razón, también es justo recordar que a la hora de leer un libro se tiene que tener muy en cuenta la fecha en que se escribió.
El castillo de lord Valentine (1980) es un viaje iniciático del protagonista, Valentine, que despierta en el mundo de Majipur sin apenas recuerdos y se embarca en un circo ambulante como aprendiz de malabarista para recorrer un mundo nuevo. Silverberg abandona la ciencia ficción y se adentra en el género fantástico creando un mundo que mezcla ambos géneros, aunque es la fantasía y el elenco de pueblos, razas y paisajes quienes más destacan.
El autor antepone su atención a describir estos paisajes tan exóticos por encima incluso de los personajes. Esto consigue que el lector vea a los diferentes protagonistas como personajes planos, sencillos y con motivaciones extrañas y alejadas de la realidad. Sin embargo, el dibujo de estos personajes no es del todo básico, sino que logra esbozar cierta personalidad, otorgando a cada uno de ellos un atributo que los identifica claramente. Así nos encontramos al forzudo, al hechicero, al pícaro,... pero siempre desde una visión no tan convencional.
El ritmo de la novela se vuelve ágil, aunque cierto es que en ocasiones se detiene en exceso en algunos pasajes. Este hecho, sin embargo, suele ser habitual en novelas de este tipo. Recuerda en ocasiones al mejor Jack Vance, aunque con unos personajes y una trama principal más elaborada. Eso sí, no busquéis subtramas ni complejidades, pues Silverberg construye esta saga para deleitarse, para saborear el mundo de Majipur y todo su espectro de colores.
Después de todo lo dicho, uno puede llegar a pensar que El castillo de lord Valentine carece de interés. Por supuesto que no. No en balde ganó en 1981 el Locus y fue finalista en el Hugo. Silverberg aprovecha su historia para tratar temas como la convivencia social entre diferentes culturas, la lucha de poderes y el miedo a romper creencias instauradas en el subconsciente de cada uno. Y creo que este es su principal éxito, pues trabaja en estos temas con un disfrute excelente.
La serie Majipur está compuesta por los libros El Castillo de Lord Valentine, Crónicas de Majipur, Valentine Pontífice y Montañas de Majipur.