Revista Arquitectura
La visita a los países bálticos es un continuo ir y venir de visitas a castillos de todas las épocas, en los tres países podemos visitar joyas arquitectónicas muy bien conservadas, y esta es la joya de Lituania, sin lugar a dudas, la fastuosa fortaleza de Trakai
El emplazamiento del castillo es de película, sobre una isla enmedio de un lago sólo conectada mendiante un puente, está en una zona de arboleda majestuosa, ya que toda la zona es un gran Parque Natural Lituano. Pero además todo el parque está compuesto de unos 200 lagos y la misma ciudad de Trakai está también construida sobre el agua.
El patio central del castillo es digno de postales (imag01), pero además toda la disposición de la edificación y de los muros, así como su gran puerta, son de libro de historia (imag02). Ya que no sólo se protege el patio central donde se comerciaba con los altos muros, sino que sirve de filtro antes de la gran fortificación posterior, de nuevo aislada del resto por un foso (imag03). Todo el interior de los dos patios, tanto el principal mayor como el único de la segunda fortaleza, están perfectamente conservados con pasajes de madera como los originales (imag04).
Lo otro que nos gustó y destaco aquí, es que se ha hecho un gran esfuerzo por marcar bien la dirección de la visita, y conseguir que el flujjo de gente sea continuo, y sin interrupciones para poder apreciar con mayor claridad la cantidad de objetos, historias y documentación que poseen del castillo, lo cual no siempre es fácil, y no siempre lo hemos visto con tanta claridad en otras fortificaciones bálticas anteriores de nuestro viaje.
Finalmente la visita total al castillo no son más de dos horas, pero dependiendo de cual sea el pla de viaje, el entorno bien merece dedicarle unas horas más y comer por allí disfrutando del paisaje y de los días tan bonitos que ofrece este entorno en verano. En nuestro caso, no pudo ser y de aquí nos pusimos camino a Vilnius, en español VIla, capital de Lituania, que se encuentra a tan sólo 27 km de Trakai.