Sobre María Fernanda, la jerezana conocí por primera vez, de leídas, gracias al estupendo Edgar Neville. Tres sainetes criminales que Santiago Aguilar publicó dentro de los Cuadernos de la Filmoteca Española (2001) y puede ver solo muy recientemente una serie de extractos y escenas dentro del reportaje, nuevamente estupendo, que Televisión Española le dedicó dentro del programa Imprescindibles, bajo dirección de Javier Rioyo. En ambos se intuye y se ve al formidable Herreros, artista total y sin ínfulas, humorista tremebundo para La Codorniz, míticas su portadas, pintor entre la tradición española de Goya a Solana y la deconstrucción picasiana con parada en el erotismo de filiación japonesa, cartelista cinematográfico, personaje y personalidad, alpinista vocacional, hombre simultáneamente expansivo y hermético, futbolero, descubridor de starlettes y representante de Sara Montiel o Nati Mistral, espíritu de la Gran Vía, destacado entre la Otra Generación de 27, actor característico para amigos vanguardista y castizo. Inagotable, al fin y directo de cine, claro.
Enrique Herreros: Cuando Hollywood estaba en la Gran Vía
En casa de Herreros se tocan muchos palos. Un ensayo a cargo de Guillermina Royo-Villanova para la revista digital Línea de Sombras
Solo dos largos, este María Fernanda, la jerezana, y la invisible La muralla feliz, una comedia modernista, codornicista e incomprendida en su momento. En ambas figuraba su entonces protegida Nati Mistral, un descubrimiento del artista dispuesto a lanzarla como una suerte de esfinge folklórica, aunque en la segunda ocupaba un rol secundario por detrás de la maravillosa Isabel de Pomés que encabezaba un soberbio reparto completado por el gran Fernando Fernán-Gómez y secundarios de pedigrí como Alberto Romea o el cómico de

Esta película del 46 puede verse hoy en una copia en más que discutible estado, procedente de alguna añeja emisión en La 2, aunque a tenor del diseño de la mosca posterior a aquella de 1985 cortesía del crítico y luego director Fernando Méndez Leite dentro de su programa La noche del cine español gracias a una copia semi-restaurada y recogida en video, tal y como especifica Enrique Herreros hijo dentro del ilustrativo volumen biográfico La Codorniz de Enrique Herreros. De igual modo nos cuenta el autor que en aquellos años, mediados de los 80, se está procediendo a la restauración, trabajosísimo al carecerse del negativo original, perdido en un incendio, del metraje de María Fernanda, la jerezana.

De nuevo Herreros hijo, da un idea sobre por donde iba a seguir la carrera como director de su padre y de que modo se frustró con la muerte del que era su valedor y mecenas Luis Vallejo Alba (director entonces del Banco Urquijo y administrador de la fortuna de Doña Carmen de Federico, viuda de Urquijo) “(…) las ambiciones cinematográficas que tuviera en ciernes como empezar, en fecha inminente, el rodaje de Bajos fondos, la historia de una Fornarina. El reparto de este proyecto estaba formado por Nati Mistral, Eduardo Fajardo, Isabel de Pomés, Fernando Nogueras y el imprescindible José Franco.”



El conjunto cumple con ese mentado afán estético mediante el cual, de manera efectiva, transciende su punto de partida, pero, por desgracia, si el talento plástico de Herreros es un carrusel de hallazgos e intuiciones y su mano de dibujante y humorista, es decir perspicaz, observador y agudo, se hace fuerte en el retrato tipológico, no se puede decir lo mismo de su pericia como narrador. La cinta está huérfana de ritmo, el guión es enrevesado hasta lo ininteligible y secuencias resueltas con envidiable ingenio (hasta podría hablarse, en términos “argentonianos” de sequenza lunga: unitaria, aislada, autónoma y perfecta en si misma. Pero también agotada) y hasta maestría se codean con tropezones mortales y que impiden que la narración (y la trama) fluyan, a lo cual se suma el abuso de una voz over que da sensación de falta de confianza en las propias habilidades narrativa. Un recurso de calibre grueso en un conjunto de rarefacto, de seductora sofisticación, riqueza conceptual y un sentido del humor que al vacuna contra cualquier veleidad pretenciosa. Así y todo queda un film a descubrir con urgencia que, y como nota para la intrahistoria del cine español, supuso el debut, fugacísimo, en pantalla de José Luis López Vázquez quien ejerce, además, como ayudante de dirección.

María Fernanda, la jerezana
Director: Enrique Herreros
España
1946
70 min.
Fotografía: Luis Muñoz Alcolea
Montaje: Magdalena Pulido
Música: Jesús García Leoz
Guión: Enrique Herreros, Santiago Aguilar
Reparto: Nati Mistral, José Prada, José Jaspe, Elena Caro, Enrique Raymat
