El cerezo ya floreció en Japón. La fiesta del お花見 , hanami

Cuando decidimos viajar a Japón tenía solamente una cosa clara: tenía que ser cuando los cerezos estuviesen en flor. Así que organizamos nuestro viaje simplemente intentando coincidir con la fecha del en la que el cerezo japonés estuviese más hermoso y disfrutar del paisaje. La verdad es que esto fue lo único que planeamos ya que ni siquiera teníamos un hotel reservado para más de una noche en Tokyo.

Después de nuestra aventura para llegar hasta el hotel, decidimos dar una vuelta y a los pocos pasos del hotel nos encontramos con un templo. Como no teníamos nada que hacer, nos acercamos a verlo y nos sorprendió encontrarnos un cerezo enorme. La imagen del cerezo y el templo nos dejó asombrados y nos quedamos varios minutos mirando la belleza tanto del cerezo como del templo en mitad de los rascacielos de Tokio.

Para mí es una de las estampas de Japón que no se pueden olvidar, según me han comentado el otoño es precioso en Japón pero solo lo conozco por imágenes y no puedo opinar por lo tanto. Tampoco es que me preocupe mucho porque tengo la intención de volver más de una vez y estoy seguro de que podré disfrutar del colorido de Kyoto y sus parques durante esa estación.

Hoy hablando con una amiga me comentó que ella estará en la fiesta del お花見 en Kioto y recordé que yo también estuve celebrando el hanami hace tres años.

Al llegar a Kioto, nos fuimos a la última planta del edificio enorme donde se encuentra la estación de trenes. Una japonesa nos preguntó qué deseábamos y le comentamos que estábamos buscando un hotel para el fin de semana, nos dijo que era imposible ya que habíamos llegado justo en la fiesta más importante de Kyoto y estaba todo lleno.

Nos íbamos a ir cuando nos dijo que de todos modos iba a preguntar a unos cuantos hoteles pero que no volviésemos a hacer algo así (una lección que aprendimos por las malas). Nos comentó que nos sentáramos y a los veinte minutos nos dijo que podíamos quedarnos en un hotel dos noches pero cada una de ellas dormiríamos en una habitación distinta. Encantados nos fuimos a nuestro hotel y desde allí a disfrutar de Kioto y el hanami.

EL parque de Kioto es espectacular pero verlo en el hanami lo hace aún más bonito. Multitud de personas sentadas debajo de los cerezos y disfrutando de la comida y la bebida. Nosotros nos sentamos en el parque, en una especie de chiringuito al aire libre donde nos atendió un japonés que todavía recordamos, cada vez que le pedíamos algo levantaba el dedo y sonriendo nos decía: Just one second! y a los pocos minutos venía con nuestro pedido.

Al poco de terminar de cenar, un niño que estaba sentado a nuestro lado empezó a hablar con nosotros en inglés y luego sus padres se unieron a la conversación. Fue una tarde/noche para recordar, ya estoy deseando ver las fotografías de mi amiga y poder recordar desde la distancia lo que espero no perderme mucho años más.