Esta es una propuesta de juego de Elinor Goldschmied para los más pequeños, cuando han adquirido la posibilidad de permanecer sentados (a partir de 6 o 7 meses).
El Cesto de los Tesoros está formado por un conjunto de objetos variados de uso común, de interés para el niño y niña, que favorecen el conocimiento y la percepción sensorial, mediante los cinco sentidos.
A través de la manipulación y exploración los niños descubren sus características:
- Vista. (Color, luminosidad, brillo, opacidad).
- Forma.
- Olor. (Materiales diferentes aromas).
- Peso.
- Tacto (Texturas, temperatura, peso).
- Gusto. (Sabores).
- Oído. (Sonidos al golpear, agitar, friccionar, ...)
Los materiales propuestos pueden ser de: madera, goma, mimbre, piel, ante, cuero, frutas, telas, cintas, metal, papel, cartón, piedras de diversas texturas, sin aristas.
Estos materiales se pueden ir renovando, cambiando o aumentando y así la experiencia se hace más enriquecedora. Por supuesto hay que tener en cuenta su higiene y seguridad, que tienen que estar limpios y renovarse cuando se empiezan a deteriorar.
¿Cómo se desarrolla el juego del "Cesto de los Tesoros"?
Desarrollo
Cada niño y niña juega solo con el Cesto de los Tesoros, pese a que se necesita la presencia de una persona adulta para dar seguridad y confianza, estará disponible con su mirada, con sus gestos.
El pequeño va realizando las diferentes actividades de exploración alcanzando por sí mismo el aprendizaje.
Cada uno manifiesta sus preferencias y diferencias en el "hacer con los materiales", así elige un objeto y lo explora (lo observa, manipula, chupa, golpea, escucha el sonido que hace...).
Las diferentes acciones que se les facilita se presentan encadenadas en una constante interminable:
Deseo-Siento-Actúo.
Esa secuencia se pone en marcha con la mirada (mirar) dentro del cesto para ver lo que contiene; el gesto (señalar) hacia lo que les resulta más atractivo; el movimiento (ir hacia): la coordinación para acercarse y alcanzarlo; y tirar, coger, chupar, morder, manipular, apretar, espachurrar, arrugar, y su coordinación correspondiente:
- Ojo-mano-boca-manos.
- Movimiento-reposo.
- Equilibrio.
- En el momento que se detecta cansancio el educador o educadora señala la finalización de la sesión.
- El Cesto no tiene que estar permanentemente al alcance de los niños y niñas.
- Se usará cuando las niñas y niños estén en condiciones de concentrarse (despiertos, comidos, limpios y despejados).
- Se coloca en un espacio seguro, confortable y tranquilo, desde el que puedan ver y ser vistos por los educadores.
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