A medida que el "socialismo bolivariano" avanza parece que mudan las corrientes y los estilos. Quizás se acordarán de cuando en el mundo capitalista se pusieron de moda los cuellos "a lo Mao", o el color verde guerrillero que venía de Cuba y Bolivia, cuando inundábamos de pegatinas las carpetas del colegio. Yo personalmente creo que esta moda de los chandal, de exagerada manifestación patriótica, no viene sino a disimular la globalización textil y de poco gusto que los yanquis tarde o temprano nos han introducido, misteriosamente via Caracas y La Habana. Creo, que un presidente del gobierno no es más popular o más cercano, por presidir un desfile militar en chandal, que guardando los protocolos típicos de alguien que representa la máxima autoridad del Estado. Vale, es una tontería, pero a mí no me gusta el chandalismo revolucionario, ni entiendo todavía qué es una democracia popular o una república bolivariana. Por eso a pesar de mi enconada defensa de un mundo mejor, nunca he pensado que la alternativa a las devaluadas democracias occidentales sean estos tipos de chandal o los comunistas chinos que meten a los homosexuales en las clínicas "para curarlos..." mientras se aferran al capitalismo como locos. Podrán llamarme facha, pero para este camino me quedo en la utopía que al menos en mi mente tiene visos de perfección. Buen fin de semana y no se me pongan un chandal por Dios y por Lenin.