La Seguridad del Estado cubano, la contrainteligencia, el G-2, el Departamento 21, la policía política, o como se quiera llamar, ha chantajeado a la disidente política y perteneciente a las honrosas y valientes Damas de Blanco, Yaquelín Bonne, para que coopere, traicione, como también quiera llamársele , a sus ideas políticas y a la oposición, a cambio de dádivas para “mejorar” las condiciones carcelarias de su hijo Jassel, que se encontraba en el asentamiento de Luyanó, y que a la negativa de Bonne ha sido trasladado hacia el campamento Toledo I.
Ya le habían ofrecido hasta su nombre de agente, “Mónica”, a lo que la excelsa Dama de Blanco se negó rotundamente, y semejante a nuestra Mariana Grajales, ha sacrificado a su hijo en aras de la libertad de la Patria, y lo ha expuesto a las manos sádicas de estos oficiales preparados por la KGB y la STASI.
Estaremos pendientes del destino de Jassel, de sus condiciones humanas, a quien recientemente en la prisión del Combinado del Este, un oficial le propinó un golpe en el rostro, afectándole de por vida su visión. Y a lo que seguramente el régimen no llamará tortura, porque “en Cuba no hay tortura”, al menos así es el discurso oficialista de la dictadura ante las organizaciones internacionales donde son convocados por los relatores de Derechos Humanos.
Nos solidarizamos con la Dama de Blanco Yaquelín Bonne, quien en su lista de lucha ha demostrado su valía, así como con su hijo Jassel, para quien exigimos que se les respeten sus derechos, máxime ahora que se trata de un impedido físico gracias a los constantes abusos a los que fue y es sometido.
Ángel Santiesteban-Prats
17 de mayo de 2015
Prisión Unidad de Guardafronteras
La Habana