Cocina y literatura van de la mano en una narración que es una historia de amor, sí, pero también una historia sobre libros y sobre cómo una lectura, aunque sea accidental, puede hacerte cambiar tu manera de ver el mundo. O al menos tu mundo.
Es lo que le sucede a Aurélie, cocinera de un coqueto restaurante de París, cuando en plena efervescencia de desamor entra por casualidad a una librería y se descubre reflejada en cada página de una novela de éxito. A partir de aquí empieza una búsqueda febril del autor que la ha retratado sin (se supone) conocerla. Y como así contada la historia es un poco simple, la trama se desliza por un escritor que no es quien todo el mundo cree que es, porque (guiño al mundo editorial) en esto del mercado donde se venden letras siempre resulta más comercial pergeñar tácticas enrevesadas que presentar a un autor que podría ser un lector cualquiera.
No conviene embarcarse en esta lectura para intentar buscarle un sentido a la vida ni para descubrir un argumento ingeniosísimo. Pero a veces una historia sencilla y bien contada, sin demasiadas pretensiones, llena más que un libro sesudo ante el que el lector medio se siente incapaz siquiera de hacerse preguntas.
Foto: www.lasonrisadelasmujeres.com
Y para los amantes de París, un apunte: la descripción de cafés reales donde se mueve el mundillo literario de la capital francesa y de librerías con encanto perdidas en la ciudad se convierte en toda una guía de viajes para conocer el charme parisino más allá de las rutas para guiris.
[Publicado en Diariocrítico.com]