[5/10] En una localidad de Nebraska, Todd Burpo es un pastor metodista de prédicas populares, un bombero voluntario muy querido por todos, y unas cuentas cosas más al servicio de quien necesite ayuda… pero fundamentalmente es un marido modélico y un padre entregado a sus dos hijos pequeños. Todo es de color de rosas en su vida hasta que al pequeño Colton de cuatro años tienen que operarle de gravedad y urgencia, y toda la comunidad se pone a rezar por su curación. Ya fuera de peligro, Colton sorprende a sus padres y a todo el vecindario al contar su estancia en el Cielo durante los instantes de la intervención. Esa es la historia de “El Cielo es real”, película dirigida por Randall Wallace y basada en hechos reales sucedidos hace unos años. Sin poner en duda la veracidad de lo ocurrido, estamos ante una comedia dramática de tipo familiar y tono amable, directamente pensada para tocar la fibra emocional y con una puesta en escena propia de Hollywood como fábrica de sueños… alejada de cualquier realismo.
Las primeras sensaciones de unos y otros van en esa misma línea de fantasía y ensoñación, con un Colton que es juzgado como niño tremendamente imaginativo y con alguna que otra explicación psico-somática que respira aires cientificistas. Sin embargo, los detalles que cuenta el pequeño y las vivencias de los mayores hacen que el centro de atención derive hacia una cuestión más importante que el propio relato: ¿tenemos miedo a creer en realidades trascendentes por lo que implicarían en nuestra vida? ¿podemos desligar las heridas emocionales que hayamos sufrido de nuestras creencias? ¿es la fe solo una cuestión para predicar o para sentir en lo más íntimo? En alguno de los diálogos se vislumbra cierta tensión entre lo que se siente y lo que se cree o entiende, entre la necesidad de tener buenas sensaciones y la de encontrar una explicación satisfactoria para el misterio… pero el director prefiere no profundizar y su versión camina por el terreno más sentimental y complaciente, en sintonía con una espiritualidad metodista y americana.
La película de Wallace plantea, de esta manera, asuntos de interés e importancia, aunque su voluntad de permanecer en los buenos sentimientos y no ahondar en las experiencias de sus protagonistas resta fuerza a la historia y hace que parezca un cuento algo infantil. Por eso, sobran las buenas intenciones y el tono naïf-pastel de algunas escenas, no se llega a reflejar el alma rota de quien han sufrido el dolor de la pérdida, y termina despeñándose por cierta cursilería al afirmar que el Cielo está en la realidad terrena cuando se uno se da a los demás con amor… Al final, tenemos una visión muy epidérmica de la fe y del Cielo, con una falsa trascendencia que prescinde de la razón y de la doctrina sobre las verdades cristianas… para darnos una respuesta válida para un niño de cuatro años pero no para un espectador adulto, y eso tanto por las ideas expuestas como por un tratamiento cinematográfico que simplifica la realidad.
Si se acepta esa premisa edulcorada y el desarrollo un tanto previsible, la película gustará por su mensaje positivo y esperanzado, por la coherencia de su pensamiento y la correcta factura, por presentarnos a personajes que rezan y viven con un sentido solidario de la vida. Si el espectador espera mayor profundidad en lo que supone la fe y el miedo a creer -que el pastor y todos experimentan-, entonces la película le sabrá a poco… y todo habrá parecido una bonita estampa celestial.
Calificación: 5/10
En las imágenes: Fotogramas de “El Cielo es real”, película distribuida en España por Sony Pictures Releasing de España © 2014 TriStar Pictures, Roth Films. Todos los derechos reservados.
- “Cuentos de Tokio”: El último viaje
- “Prisioneros”: Guerra a Dios
- “El vendedor (Le vendeur)”: Hielo en el alma
- “Kauwboy”: El grajo y su madre
- “Bestias del sur salvaje”: Naturaleza rota y reparada
Publicado el 24 junio, 2014 | Categoría: 5/10, Año 2014, Críticas, Drama, Hollywood
Etiquetas: El Cielo es real, familia, muerte, Randall Wallace, religión