Revista Cine

El cine, las palomitas, las Coca-Colas, los dulces… faltan sólo las empanadillas

Publicado el 19 septiembre 2010 por Cinefagos

 El cine, las palomitas, las Coca-Colas, los dulces… faltan sólo las empanadillas

Ir al cine no es sólo ir a ver una película, aunque sea dicho fin. Si no que a veces más parece una un festín gastronómico dependiendo del momento. Recuerdo que de crío mis padres se juntaban con unos amigos y los bocatas o empanadillas (resguardadas en los pertinentes tupper) corrían como la pólvora en una película de Sergio Leone. Evidentemente la situación, vista en perspectiva, parecía algo dantesca. Así que con el paso de los años dicha afición se perdió. Pero lo normal, lo habitual, lo que todos suelen hacer es ingerir palomitas y saciar el gaznate con la famosa bebida conocida por tener una fórmula secreta en su haber.

Muchas veces se ha comentado que dicho accesorio, porque al fin y al cabo es eso, le sale casi más rentable al cine que la propia entrada que pagas. Porque, ¿cuánto valen realmente unas palomitas? Desde luego su precio de coste es infinitamente inferior que el que te cobran en las salas. Y lo mismo se podría aplicar al refresco de turno. Más de una vez he visto los carteles que adornan los bares (si los podemos llamar así) de los cines. ¿Escandalo? Sí, precios abusivos y aberrantes. Porque por mucho tamaño XXL que haya de palomitas y a su vez de Coca-Cola (normalmente venden esa marca), el precio llega muchas veces a superar el del propio ticket. El beneficio y la rentabilidad está fuera de toda duda. Aunque siempre está la otra opción que más de uno sopesa y que acaba eligiendo. Comprar la lata o botellita de 50 cl y el paquete de palomitas en la tienda de frutos secos de turno. El gasto es mínimo y no he conocido a nadie (aunque sí he oído de algun caso) que lo hayan puesto contra la pared y cacheado al entrar al cine. Aunque sí es cierto que muchos cines -¿todos?- medio obligan a que consumas sus productos y pueden darte unas collejillas si vas de “listo”.

¿Vosotros disfrutais del cine con dichas bebidas y comida saltarina -por lo menos cuando se hace-? ¿O lo adquirís fuera? Desde luego no os quiero preguntar por el precio, porque desde luego no creo que varíe mucho de una ciudad a otra.

 


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