
Después de haber sido inspeccionado por Charlie Whiting y haber pasado por la oficina de diseño de Hermann Tilke, el trazado que se utilizó por última vez para Fórmula 1 en 1992 apenas conservará intactas sus rectas y las enlazadas que terminaban en la aproximación de la mencionada última horquilla final, que será sustituida por una serie de curvas lentas que precederán a la recta de meta.
Según explica la publicación y acorde a las noticias que llegan desde el país azteca, los plazos de la construcción son holgados por lo que, a pesar de aparecer pendiente de aprobación en el calendario que presentó la FIA hace unas semanas, no habrá ningún problema para que la Fórmula 1 vuelva a pisar tierras mexicanas después de más de dos décadas de ausencia.
F1 al Dia