Revista Cine
Mick LaSalle, crítico del San Francisco Chronicle, propone un cliché que he bautizado como:
No temas, porque solo Judas temió: Siempre que haya una escena en la que, sin que venga al caso, algún tipo vaya al baño a orinar y si la película en cuestión no es una comedia, es seguro que el personaje orinará sangre. Si lo duda, vea cierta escena -o no la vea y tápese los ojos, pues- de First Reformed (2018), la más reciente película de Paul Schrader.
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