Revista Cine
Joel Meza propone el siguiente cliché:
No voy: me llevan... entre las patas: En las películas, cuando aparece alguna amenaza caminante gigantesca, siempre habrá una escena en donde al menos una persona es aplastada por un pie descomunal. Y si uno analiza dichas escenas, los pisoteados se lo merecen: generalmente hay mucho espacio a dónde correr y ponerse a salvo, en lugar de hacerse bolas entre las patas del gigante. Los pisotones han ocurrido al menos desde 1933 con King Kong, luego en 1954 con Godzilla, en 1976 con King Kong, en 1998 con Godzilla, en 2005 con King Kong y en 2014 con... Godzilla.OK, OK, no sólo cachoras paradas y changos enamorados han bailado el taconazo: George Lucas produjo en 1980 una variante del cliché, con los Caminantes Imperiales en El Imperio Contraataca; su compa Steven Spielberg hizo lo propio en 1997 con Parque Jurásico 2 y Peter Jackson arrancó el siglo XXI con criaturas varias aplastando a otras tantas en Las Dos Torres y en El Retorno del Rey.Una curiosa versión del cliché es esa donde alguien es aplastado no por andar entre las patas del gigante, sino por su incapacidad de dejar de correr en línea recta, hacerse a un ladito y evitar ser planchado por algún objeto descomunal cuyo desplome es inminente. Hay varios ejemplos pero el más impresionante de todos, por su indiscutible ridiculez y por venir de quien vino, tiene que ser la muerte de Charlize Theron en Prometeo, en 2012. 'ora sí que Ridley Scott se la llevó entre las patas.