Revista América Latina
Llegue el lunes a Cancún para participar en la 16a Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático que esta vez se celebra en América Latina. Hay miles de personas de todo el mundo, con muchas delegaciones oficiales, y dos lugares donde se lleva a cabo el evento. Uno para las delegaciones oficiales donde se negocian los acuerdos y otro para los eventos laterales, los stands y el colorido de los cientos de organizaciones, instituciones, universidades, ONGs y Think Tanks que están interesados en este tema y sus implicaciones económicas, sociales y medioambientales. Todo un circo que debe de costar mucho dinero. Hemos hecho un cálculo a groso modo, y organizar todo esto, traer a todo el mundo aquí, producir los miles de informes que se distribuyen, las comidas, la luz, el agua, etc debe costar más de 100 millones de euros. Y todo este enorme gasto para....?
Empiezo hoy a contar las primeras impresiones tras dos días de conferencia. Como siempre, disparo recto y al centro. El núcleo central de los debates FUERA de la sala principal de negociación son las implicaciones sociales y medioambientales del Cambio Climático (agricultura, seguridad alimentaria, bosques, biodiversidad, pueblos indigenas, mujeres, etc). Esto, lógicamente es lo que dicta el sentido común. El Cambio Climático nos preocupa de verdad porque afecta a la supervivencia futura del ser humano, y en segundo lugar, del planeta y de los ecosistemas terretres tal y como los conocemos. El cambio climático es para la gente.
Por otro lado, fácilmente en dos días he constatado que el tema principal de los debates DENTRO de la sala principal de negociación gira en torno al dinero y la economía (secuestro de carbono, fondos de adaptación y mitigación, quien paga y quien recibe, etc). Las delegaciones oficiales y los esfuerzos diplomáticos se focalizan en frases, palabras, párrafos y anexos de los documentos que se están negociando durante las dos semanas de Conferencia.
Esta desconexión de intereses entre gobiernos y ciudadanos es muy clara y perjudicial para todos. Las implicaciones sociales del cambio climático no son apenas discutidas por los gobiernos. Y la seguridad alimentaria y la nutrición serán altamente afectadas por los cambios que vienen. Recientemente, el Relator Especial para el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, acaba de anunciar que si no ponemos remedio a esta situación de calentamiento global, en unos 50 años podemos tener 500 o 600 millones más de personas hambrientas en el mundo.
http://www.srfood.org/index.php/en/component/content/article/1-latest-news/1014-cancun-summit-must-lead-to-a-green-marshall-plan-for-agriculture
Nuestra comida peligra, que Dios nos coja confesados.
Desde ACF hemos colaborado con el Comité Permanente de Nutrición de Naciones Unidas para hacer una propuesta para esta Conferencia: que al menos empiecen a considerar los impactos de los fenómenos asociados al cambio climático sobre la seguridad alimentaria y la nutrición de los hogares más vulnerab
http://www.unscn.org/files/Statements/Bdef_NutCC_2311_final.pdfles.
Las cada vez más frecuentes sequías, inundaciones, olas de calor y huracanes están afectando desde ya la agricultura y la alimentación de millones de personas en el mundo. Sólo en Centroamérica, la sequía del 2009 y las inundaciones del 2010 han afectado a más de 200,000 personas, causando pérdidas de más del 50% de las cosechas y unas pérdidas económicas superiores a 1500 millones de Euros.
El cambio climático es injusto: golperá más duro a los más débiles...