El club de la exigencia

No quedan dudas de que si hay un club en el que la exigencia de ganar lo es todo, ése es el Real Madrid. Lo puede atestiguar Pellegrini, a quien alcanzar el récord de 96 puntos en la Liga no le sirvió de nada, ni siquiera para recibir un trato con dignidad a la hora de ser cesado Es que el vértigo es tanto en el club merengue que el Ingeniero todavía seguía formalmente en funciones, mientras Mourinho revelaba que desde la Casa Blanca lo habían contactado y su intención era dejar el Inter para llegar al Real Madrid. En la misma conferencia de prensa, Florentino Pérez, el gestor de la corriente Galáctica, informaba que el chileno era despedido y el portugués, contratado -a falta de resolver su salida del cuadro italiano-.

“Aunque hubiera ganado el campeonato, igual me habrían echado. Traté de hacerme sentir, pero cayó mal que armara el equipo. Si hubiera acatado lo que me decía la dirigencia, hubieran dicho que soy un DT que agacha la cabeza, y no es mi caso”, reflexionó un recién despedido Pellegrini, muy calmado pese a las formas con las que le señalaron la salida. Florentino Pérez quería a Wenger o Ancelotti, no pudo contratarlos y aceptó a regañadientes la alternativa del Ingeniero, que le acercó Valdano. Nunca fue la prioridad.

Pocas veces recibió respaldo. Cuando al presidente le preguntaron por su situación, respondió: “Pregúntenle a Valdano, él lo trajo”. Era el DT, el encargado de parar y organizar al equipo, de administrar una plantel. Pero nunca le consultaron sobre las compras y las ventas. Pidió que no vendieran a Sneijder y Robben: acto seguido, los dos fueron traspasados a Bayern Múnich e Inter, donde fueron piezas claves en los finalistas de la Champions League. También recibió mensajes indirectos para que Benzema, una de las fastuosas compras de Florentino, tuviera lugar entre los titulares, aunque el sacrificado debiera ser Higuaín, jugador valioso pero que no había sido una de sus faraónicas adquisiciones. No podía elegir quién llegaba o quién se iba.

Fue humillado por el Alcorcón, en la Copa del Rey, y eliminado en Octavos de la Champions League, por el Lyon. Pero el proyecto estaba en plena marcha. No pudo contar en varias jornadas con un lesionado Cristiano Ronaldo y después le pasó lo mismo con Kaká. Igualmente nunca claudicó en la persecución a un Barcelona sideral, que se vio forzado a realizar la mejor campaña de su historia para no ser cazado. No fue suficiente para el club de la exigencia y decidieron abortar un plan que apenas tuvo un año de duración. No sólo en Argentina, al parecer, la palabra proyecto es pisoteada. No hay un sólo entrenador elegido por Florentino Pérez que haya acabado su mandato: Queiroz, Camacho (renunció), García Remón y Luxemburgo debieron irse, al igual que el chileno, antes de lo firmado. Ojo, su antecesor, Ramón Calderón, también decidió destituir a Fabio Capello, pese a que salió campeón, y también a Schuster, otro al que la vuelta olímpica no le garantizó estabilidad.

Mourinho ya está avisado de cuales son las condiciones, aunque conociendo el temperamento del portugués será complejo que no le permitan alzar la voz o tener injerencia en el armado del equipo. Por lo pronto, ya pidió a Sneijder, sí, el mismo que Pellegrini quería conservar. Florentino Pérez, al parecer, no aprendió nada de su anterior ciclo al frente del club.