En más de una ocasión he comentado que una de las cosas que he aprendido en mi aventura literaria ha sido a esperar. No valen las prisas por publicar, ni el deseo de llegar rápidamente a mucha gente. No, las cosas no pasan así, necesitan su tiempo. Pero también he aprendido que a cada novela, relato o poesía con un mínimo de calidad le llega su momento de ser publicada. Eso hace que la espera sea más liviana. Es el caso de esta novela juvenil, que me dio la alegría de ser finalista en los Premios Literarios Jaén de Caja Granada para luego llevarme la decepción de verla rechazada, de mala manera, por una editorial. A punto estuvo de quedarse dormida para siempre en un archivo de mi ordenador, si no hubiera sido por mi visita a la feria del libro de Sevilla 2010, y por la casualidad de acercarme a la caseta de la editorial Edimáter. Alguien allí me animó a enviarla, aunque sin ninguna garantía, así lo hice y, dos años después, mi novela verá la luz. Un alumbramiento muy deseado, lo que hace más hermoso el momento.Ahora sólo queda que llegue a los jóvenes lectores, y a los no tan jóvenes, pienso que es una obra que puede ser leída también por el público adulto. A la aventura, el amor adolescente y la ciencia ficción, se le une un mensaje a favor de la lectura, como medio para llegar a ser mejores personas. Siempre he creído que leer nos hace libres, y eso es lo que quise reflejar en esta novela.
SIPNOSIS:La vida de Nova, una joven de 16 años, cambia por completo el día en que encuentra un libro en casa de su abuela. En el año 2100 los libros son objetos prohibidos difíciles de encontrar, y el Gobierno castiga a los que aún los poseen.
La abuela desaparece y la chica ingresa en El Club de las Palabras Prohibidas, una misteriosa organización que lucha contra el régimen totalitario que rige en el país. Además, pretende mantener en la memoria las palabras que prohíbe el Gobierno, pues el lenguaje se va reduciendo cada día.
En su nueva existencia se suceden los acontecimientos: la relación con su madre va de mal en peor; cree enamorarse de Indómito, un chico atractivo e inquietante; descubre un mundo subterráneo miserable, donde están recluidos los enemigos del Gobierno, obligados a trabajar bajo tierra y sin a ver apenas la luz del sol; allí conoce a Idrís, el chico pálido de las tiniebla, que pronto se convertirá en su mejor amigo y llenará de dudas su corazón.
Nova tendrá que luchar por conseguir una sociedad más justa, se enfrentará a personas crueles, como el Ministro; su vida correrá peligro, pero no le importará afrontar el riesgo con tal de salvar a su abuela y devolver la libertad a su país.