~ G * Juvenil Adulta ~ E * Alfaguara ~
“Me sentía perdida. Necesitaba esconderme. Escapar.
Sólo se me ocurrió un remedio para aliviar el dolor. Recurrí a los únicos cuatro chicos que nunca me fallarían. Los únicos cuatro chicos que jamás me partiría el corazón, que no me decepcionarían.
John, Paul, George y Ringo.”
Penny Lane está harta de los chicos. Ha sufrido demasiadas malas experiencias. Pero no le va a volver a pasar, ya que decide fundar el Club de los Corazones Solitarios y no quedar con chicos nunca más.
No es la única que está cansada de la forma en la que las chicas cambian (casi siempre a peor) para conseguir a un chico. Poco a poco sus amigas y todas las chicas del instituto se van sumando al Club de los Corazones Solitarios. Sin que Penny se lo espere, el Club se convierte en una auténtica revolución y ella en la chica más popular del instituto por renunciar a las citas, lo que resulta ser una lástima, ya que ha encontrado a cierto chico que, a su pesar, le gusta... el único por el que merecería la pena darle otra oportunidad al amor.
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Qué bien me ha sentado la lectura de El Club de los Corazones Solitarios, un libro que contiene una historia divertida y llena de energía, no sólo el amor está presente sino que la amistad tiene un papel importantísimo. Cualquiera de nosotras podría ser Penny. Seguro que hemos sufrido algo parecido a lo suyo y no hemos querido saber nada de amores, sino que queríamos tener tiempo para nosotras mismas y apoyarnos entre las amigas.
Penny Lane is in my ears and in my eyes, there beneath the blue suburban skies...¡Penny Lane! Divertida y chica de principios, Penny podría ser cualquiera de nosotras, pero con algunos aspectos que la hacen especial. No hay más que ver su nombre, elegido por sus padres como buenos fans de los Beatles que son por una canción del grupo. Lejos de tomárselo mal, para Penny los Beatles forman parte de su vida y a lo largo de la novela Elizabeth, la autora, ha ido dejando referencias a sus canciones y al propio grupo. Os confieso que durante los días que he estado leyendo la novela (y hasta ahora) no me quito su música de la cabeza.
Os he hablado de la líder del Club pero no puedo dejar atrás a otras integrantes que destacan por su manera de ser: Tracy y Diane. Muy diferentes entre sí a primera vista pero ambas tienen que superar sus propios obstáculos. Es cierto que se le da más importancia a la evolución de Diane que a la de Tracy, a la que se le otorga el papel de dicharachera. Por supuesto no hay que dejar de lado a los chicos, el otro bando: Nate, Ryan y Todd.
Chicos, no os lo toméis mal. Tenéis razón al decir que la historia tiene un punto demasiado feminista, pero es comprensible en esta novela juvenil. Para mí ha sido un soplo de aire fresco, de optimismo ante el echo de que nunca, jamás de los jamases, hay que sentirse infravalorado, sino creer en nosotros mismos.
“Dejaría de torturarme al salir con fracasados. Disfrutaría de los beneficios de la soltería. Por una vez, me concentraría en mí misma. Primero de Bachillerato iba a ser mi año. Todo giraría alrededor de mí, Penny Lane Bloom, fundadora y socia única del Club de los Corazones Solitarios.”
Elizabeth Eulberg nació y creció en Wisconsin. Más tarde tomó rumbo a la universidad de Siracura y luego se estableció en Nueva York, donde desarrolló su profesión en el sector editorial. Trabajó en el departamento editorial de Scholastic y actualmente está en Little, Brown, donde es la Directora de Publicidad Global de Stephenie Meyer. Vive a las afueras de Manhattan con sus tres guitarras, dos teclados y una baqueta. Mientras acopiaba documentación para esta novela, intentó renunciar a los chicos para siempre. No funcionó.