LA EDUCACIÓN NO CONSISTE EN LLENAR UN CUBO SINO EN ENCEDER UNA HOGUERA. De W. Butler
El Sol saldrá a las 6 h. y se pondrá a las 18,07h.
Se está poniendo de moda el coaching. Quien acuda a una sesión de un fin de semana, contará cómo una experiencia enriquecedora le permitió adquirir destrezas que le facilitaron conseguir unas metas y objetivos, bien sea a nivel personal o laboral. Estos cursos de formación intensos están dirigidos a personas que se pregunten si son felices en los distintos ámbitos de su vida, que quieran estar a gusto consigo mismas y que, a su vez, deseen conocer dónde están y dónde quisieran llegar.
En las sesiones de coaching se definirán metas personales y se planterán diversas opciones para conseguirlas. Una vez que el participante haya tomado consciencia de ellas, trazará un plan de acción para conseguirlas. Las ideas parten de la reflexión y de la certeza de que los clientes deben ser los responsables en conseguir los objetivos. Por lo tanto, la actitud del coach es la de acompañante en el proceso, formulando preguntas que despierten la responsabilidad y la consciencia del participante.
En los cursos es habitual encontrarse a directivos de empresas y a personas desorientadas o con necesidad de reconducir aspectos personales. En las sesiones harán un alto en su vida y se les orientará a que busquen la maestría en el arte de vivir. Para ello tendrán que aprender a ser los protagonistas de sus actos y a pensar las acciones que puedan modificar las conductas que les oprimen.
Las sesiones se pueden realizar durante el fin de semana en casas rurales, y a ellas pueden acudir todo tipo de personas interesadas por su desarrollo personal y laboral; o simplemente, que deseen poner en orden su vida.