[El Códec] Bioshock: Cohen’s Masterpiece

A estas alturas de la historia, pocos desconocen Rapture. Ya sabéis, ese mágico paraíso donde huir de una religión que nos atenaza, un gobierno que oprime unos pensamientos. La libertad individual en el más puro de los sentidos, sin permanecer subyugados al conjunto de la sociedad que intenta aprovecharse de nuestra ideas. Parásitos. Todo ello se encuentra en el imperio sumergido de Rapture, una alocada utopía edificada por Andrew Ryan, pero que en la realidad viene inspirada por el gurú de los videojuegos Ken Levine y la obra La Rebelión de Atlas de Ayn Rand.

En efecto, nos estamos refiriendo a la ciudad de Bioshock, un videojuego que inicialmente salió para Xbox 360 y PC en 2008, para un año más tarde aterrizar también en la PlayStation 3. El título está ambientado en la década de los años 60, en plena Guerra Fría donde el mundo se dividía en dos sólidos bloques: el comunista y el capitalista. La tercera opción se hallaba bajo el océano Atlántico, una utopía que acabó corrompida y destruida.

Y es ahí, en Rapture, donde habita Sander Cohen, el artista que se encargó de crear el himno de la ciudad y el que diseñó las máscaras tras las que los splicers (habitantes de la ciudad) ocultan sus verdaderos rostros desfigurados. Un artista consagrado que permanece vivo entre las ruinas de la urbe, enloquecido y carcomido por el caos.

Así es como se nos presenta Cohen’s Masterpiece (o también llamada Cohen’s Scherzo nº7) el tema compuesto por el artista que suena en varias ocasiones durante el juego. En un momento dado, veremos a un personaje llamado Kyle Flitzpatrick intentando interpretarla con el piano. En otra ocasión, nos encontraremos a una pareja enamorada bailando al son de este melodía. O incluso, en el mismo escenario de Fort Frolic en nuestro encuentro con el artista.

Garry Schyman es el encargado de componer la banda sonora de Bioshock, además de otros juegos como Dante’s Inferno, Destroy All Humans! y Bioshock 2. En este códec nos centraremos en Cohen’s Masterpiece, una composición para piano que nos envuelve en una belleza tan oscura y amarga como la que se respira en Rapture. Una ciudad desolada, llena de gente enloquecida. Y en medio de todo este pintoresco retrato de la miseria, un artista intoxicado por la decadencia.