La eliminación de la capital española en la primera ronda de la elección de la sede de los Juegos Olímpicos del 2020 evidencia que los proyectos no sirven de nada y que solo prevalecen los mundanos intereses particulares de los miembros de este clan
Fuente: masdeportes.as.com
Madrid no organizará los Juegos Olímpicos del 2020. Y posiblemente tampoco los de las siguientes décadas. Y la única razón es que ninguno de los responsables políticos y deportivos que han gestionado las diferentes candidaturas han entendido qué es lo que hay que hacer para obtener el voto de los ¿sesudos? miembros del COI (Comité Olímpico Internacional). Y la verdad es que han tenido tiempo y oportunidades para aprenderlo, pues en las dos ocasiones anteriores, Singapur, donde se eligió a Londres como la sede de los Juegos de 2012, y Copenhague, donde se determinó que Río de Janeiro alojaría los de 2016, deberían haber asumido que el proyecto no tiene la más mínima importancia a la hora de apretar el botón de la ciudad elegida. Lo único trascendental en esta elección es ofrecerles a los cerca de cien ¿sabios? electores un mejor negocio o una mejor mordida (como lo llaman en México) que el rival. Y parece mentira que nuestros políticos, duchos en la materia, se hayan dejado comer el terreno por sus colegas británicos, brasileños y japoneses. Especialmente por estos últimos, famosos en el mundo entero por su supuesta honestidad.Fuente: eurosport.yahoo.com
Como es lógico, una vez que la delegación española regresa de nuevo con el rabo entre las piernas, se buscan explicaciones a este nuevo fracaso. En esta ocasión, las más usadas son la nefasta imagen que ha supuesto la operación Puerto para la lucha contra el dopage en este país y el poco peso internacional de nuestros políticos, plasmado en alguna intervención de risa a la hora de la presentación. Incluso se ha hablado de que el titular de un periódico español el día antes de la elección hizo mucho daño. De acuerdo, estos factores negativos son achacables a la candidatura madrileña, pues siempre han sido sus puntos más débiles. Pero todo esto sí que son escusas, pues parece necesario seguir analizando concienzudamente por qué Madrid no está capacitada para organizar unos Juegos Olímpicos, según los ¿prohombres y supermujeres? del olimpismo. Como si hubiera una o mil razones objetivas que explicaran el desaire cometido por esta secta en las dos primeras ocasiones, y la humillación sufrida en la tercera, donde Madrid cayó inesperadamente a las primeras de cambio, al no sumar ni los apoyos que logró cuando perdió la final ante Río hace cuatro años. E insisto, no hay que buscarle tres pies al gato: la única causa real es no haber sabido llenar los bolsillos adecuados con las cantidades acertadas u ofrecer los negocios más rentables para sus cuentas.Fuente: telecinco.es
¿Alguien se puede creer que Madrid hubiera sido elegida por el COI para celebrar los Juegos del 2020 si la central nuclear de Zorita (ubicada a 282 kilómetros de la capital de España) hubiera sufrido un accidente similar a la de Fukushima? No nos hubieran permitido ni presentarnos, no fuera a ser que alguno de nuestros representantes estuviera contaminado. Pero ni este importantísimo impedimento ha dificultado la elección de Tokio como sede los Juegos del 2020, a pesar de que el centro de la peligrosa contaminación nuclear está situado a 220 kilómetros de la capital nipona. Pero los responsables de esta candidatura sí que lo tenían claro, pues además de disponer de millones de yenes, sabían cómo invertirlos para que un contratiempo tan grave como el provocado por el tsunami no tuviera la más mínima trascendencia en este arbitrario examen. Tokio ha sabido tapar con recursos sus profundas deficiencias.Fuente: canchallena.lanacion.com.ar
El COI ha repetido una y otra vez que el proyecto es lo importante. Y los cándidos responsables de las candidaturas madrileñas se lo creyeron. Por eso siempre han hecho hincapié en que el 80% de las infraestructuras necesarias ya estaban construidas. Craso error. Porque aunque los inspectores que envía esta facción para evaluar las candidaturas así lo reconocieron en sus informes, ratificando que Madrid tiene capacidad sobrada para organizarlos con garantías, este factor apenas es considerado, puesto que el proyecto de Londres para el 2012 era totalmente virtual, al igual que el de Río de Janeiro para el 2016. Una buena maqueta electrónica es suficiente para echar por tierra instalaciones reales y modernas como la Caja Mágica o el Palacio de los Deportes, por ejemplo. Además, argumentos como que Madrid es la única capital europea de importancia que no los ha celebrado, o como que haber organizado alguna vez los Juegos resta potencial, o que presentarse varias veces seguidas facilita la elección porque demuestra mucho interés por organizar tan magno acontecimiento deportivo, o que organizar grandes acontecimientos, como Mundiales o Europeos de distintas especialidades, es clave, o que disponer de grandes deportistas ayuda a ser elegida, o que el apoyo popular es determinante, o que debe asegurase que las instalaciones se usan una vez acaben los Juegos, son paparruchas. Milongas inventadas por esta camarilla para engatusar a las ciudades y darle un aura de objetividad a sus decisiones. Los miembros de este clan no representan a ningún país ni a ningún deporte; solo a sí mismos.Fuente: elpais.com
La torpeza de nuestros dirigentes es supina, pues recuerdo que días después de regresar de Singapur, donde Madrid sufrió el primer rechazo de esta trilogía, esperado por ser novata en esas lides (aunque la primera vez fue realmente en 1972, con Franco aún vivo), Alberto Ruiz Gallardón, en aquellos momentos alcalde de la capital, nos comentó a un pequeño grupo de periodistas que habíamos estado en Singapur, que había aprendido que el peso específico de las candidatas residía en fomentar las relaciones personales con los miembros del COI. Y añadió que si Madrid se volvía a presentar a los Juegos del 2016, decisión que en esos momentos no estaba tomada, se dedicaría a cultivar dichas relaciones acudiendo a las reuniones sectoriales que celebra el COI en los diferentes continentes. Tras reunirse con Jacques Rogge, presidente de la secta, este le engañó al convencerlo de que la rotación de continentes no resultaba decisiva, puesto que no es una ley escrita. Y el actual ministro de Justicia se dedicó a cultivar las buenas relaciones con los aproximadamente cien electores que votaban. Pero Gallardón no terminó de entender el mensaje, pues hizo amigos, pero no repartió ni prebendas ni negocios. De ahí que Madrid cayera de nuevo ante Río en la elección llevada a cabo en Copenhague.Fuente:noticiasdenavarra.com
Por todo esto, si Madrid decidiera presentar por cuarta vez consecutiva su candidatura, circunstancia que no sé si habrá protagonizado alguna otra ciudad, debería tener muy claro que no hay que gastar ni un solo euro en preparar proyecto ni acto de promoción alguno. Y que hay que destinar todo ese dinero que se ahorraría a ganarse a los ¿desinteresados? miembros del COI. Ahora bien, me da la sensación de que a los madrileños esta humillación no les ha sentado nada bien. Y por los comentarios que escuché en la calle Alcalá a numerosas personas que acudieron allí a celebrar la posible elección, la capital no debería presentarse nunca más. Por lo menos durante el tiempo que los actuales miembros de este interesado organismo sigan en sus puestos recopilando sobres, precisamente no con cartas de amor.