El Colecho.

Hace, más o menos, 4 años la palabra colecho me hubiese sonado a algún dulce hecho con leche. O a algún accesorio.

Hasta que no me quede embarazada y comencé a ser asidua a blogs de maternidad, no sabia que era el Colecho.

Colecho no es más que compartir la cama con tu hijo. O Dormir Con Tu Hijo. Porque hay padres que le adaptan al niño una cama para que duerma con ellos, o sea, colocan una cama al lado de la cama para que el niño duerma.

Esta práctica tiene sus defensores y sus detractores. Y debo decir que sus detractores son muchos y muy feroces. Y digo feroces porque hay personas que le dices “yo duermo con mi hijo” y ahí comienza Cristo a padecer. Les parece una cosa horrible, inconcebible, impensable.

Los defensores de esta práctica son, como en casi todos, los que la aplican y los detractores los que nunca la han practicado o los que la practicaron y su paciencia llego al límite. Porque no todo el mundo toma bien eso de dormir con un bebé.

Creo que a estas alturas, año 2015, ha pasado como con la lactancia: se respeta un poco más que la gente lo práctique, pero siempre andan con por ahí los cerrados de mente. Pero eso hay en todos lados.

Como me ha ido a mi? Pues ni bien ni mal. Normal. Teóricamente comencé a “colechar” con mi hija por pura y simple necesidad y flojera. Cuando comencé a darle el pecho no me imaginaba yo, a las 3 am, con los puntos de la cesárea, levantándome a buscar a la bebe al moisés.

Aunque los primeros 6 meses dormir, lo que se dice dormir, no hice. No porque la bebe fuese difícil, al contrario, ella era una santa. Dormía y dormía y dormía. Dormía, comía, hacia pupu y vuelta a empezar. Así pasaban sus felices días. Pero yo siempre que iba a dormir me daba miedo aplastarla, o empujarla sin querer.

Era un sin vivir porque me daba miedo empujarla demasiado y que se cayera (que no se iba a caer porque pusimos barandas, pero igual) o que de acercarla tanto a mi, para que no se cayera, la terminará aplastando. Un coñazo. Un rollo. Un drama.

Claro, cuando por fin me dormía en una posición, que yo diría, equilibrada pues a la bebe le entraba hambre y se despertaba. O se hacía pupu. O pipí. O lo que sea. Así que, como ya dije, dormir lo que se dice dormir. No.

A medida que fue creciendo y como mi economía es modesta, no teníamos para una cama supletoria, así que lo que hicimos fue cambiarnos. El señor papá se fue a dormir a la cama de abajo (nuestra cama tiene otra cama abajo) y nosotras nos quedamos arriba. Así de sencillo.

Recomiendo colechar? Si. Siempre y cuando se adapte a las necesidades del bebe, no a las tuyas. Porque eso de que “hay que dejar que el bebé lloré en la cuna para que no se mal acostumbre” es una verdadera falta de consciencia. Si, el bebe se termina durmiendo, pero es por tanto llorar, no de sueño.

Saludos y gracias por leerme!