La distribución por provincias de los 20 centros docentes no universitarios a los que se les concede el sello ambiental en el curso académico 2019-2020 es la siguiente: 1 centro de Ávila, 1 de Burgos, 6 de León, 1 de Palencia, 3 de Salamanca, 1 de Segovia, 1 de Soria, 5 de Valladolid y 1 de Zamora. (ver cuadro adjunto)
El sello ambiental responde a la II Estrategia de Educación Ambiental de Castilla y León 2016-2020 y da cumplimiento a la Agenda 2030 aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 2015, concretamente al Objetivo de Desarrollo Sostenible 4: ‘Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos’; y a la meta 4.7: ‘De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible’.
La entrega de los reconocimientos se ha aplazado para cuando se retome la actividad académica. También se aplazan las actividades que anualmente se programan con los centros que obtienen este reconocimiento, que en el curso pasado incluyó la visita a un espacio natural de la Comunidad, así como la dotación de material educativo y de gestión ambiental para el centro o la realización de una actividad de educación ambiental en el propio entorno del centro.
La convocatoria para el curso 2019-2020 se realizó mediante Orden FYM/991/2019, de 16 de octubre, que abrió un plazo de presentación de solicitudes entre el 15 de enero y el 17 de febrero de 2020, periodo en el que se presentaron 31 solicitudes.
Para ayudar en la preparación de las candidaturas, las consejerías de Fomento y Medio Ambiente y de Educación han colaborado para impartir 4 cursos de formación para docentes a través de los Centros de Formación e Innovación Educativa de las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Estos cursos se han centrado especialmente en las oportunidades para reducir los impactos ambientales de los centros, ya que uno de los requisitos del sello es disponer de un programa de gestión ambiental. Este programa de gestión ambiental debe buscar mejoras reales y concretas en la recogida de los residuos que se generan, en el consumo de energía, en el gasto de agua, en el control de los ruidos, etc.
Se trata de la segunda concesión de este distintivo, ya que el año pasado se reconoció a 24 centros, por lo que son ya 44 los que cuentan con el sello ambiental en la Comunidad Autónoma.
De esta manera, hay ya 30 localidades que cuentan con algún centro educativo acreditado con el sello ambiental: Ávila, Arenas de San Pedro, Burgos, Lerma, León, La Bañeza, La Pola de Gordón, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, Santa María del Páramo, Villaquilambre, Palencia, Aguilar de Campoo, Guardo, Salamanca, Cabrerizos, Segovia, Santa María la Real de Nieva, Valsaín, Soria, Valladolid, Mojados, Pedrajas de San Esteban, Zamora, Benavente, Fermoselle, Gema, Morales del Vino y Toro.
Según la orden que lo regula, la ciencia, la gestión y la tecnología desempeñan una función esencial en la protección del entorno en el que vivimos, pero el avance hacia un desarrollo sostenible demanda, además, cambios sociales y culturales, donde la educación tiene una influencia decisiva.
Sello ambiental ‘Centro Educativo Sostenible’
Las Consejerías de Fomento y Medio Ambiente y de Educación han impulsado mediante este sello ambiental la incorporación de la educación ambiental en el programa curricular de los centros de educación obligatoria de la Comunidad tanto públicos como privados. La intención de esta distinción es otorgar un reconocimiento público a los centros docentes no universitarios que desarrollan iniciativas de ambientalización integral del centro, basadas en la educación y la gestión ambiental.
Este reconocimiento impulsa la participación del alumnado, la utilización de metodologías activas, la adecuación a los distintos niveles educativos y la implicación de toda la comunidad educativa.
Un aspecto importante del sello ambiental es su dimensión colectiva: los centros aceptan la publicación en la página web de la Junta de Castilla y León de las memorias de actividad para que sirvan de inspiración a otros centros. Además, los centros acreditados deben compartir su experiencia con otros centros docentes interesados en conseguir el sello ambiental, e informar a los miembros de su comunidad educativa del reconocimiento alcanzado y de las buenas prácticas desplegadas para conseguirlo, animándoles a asumirlas en sus ámbitos de responsabilidad.
La comisión evaluadora, adscrita a la consejería competente en materia de educación ambiental, es la encargada de valorar las solicitudes recibidas. Esta comisión evaluadora está formada por personal de las dos consejerías implicadas y recibe informes de las Direcciones Provinciales de Educación y de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente.
Requisitos para la obtención del sello ambiental
El distintivo está pensado para los centros docentes no universitarios de Castilla y León, públicos y privados, que cumplan una serie de requisitos, entre ellos, desarrollar un programa de educación ambiental, disponer de un programa de gestión ambiental y asumir los compromisos de difusión de las memorias sobre sus actividades, en los términos recogidos por la norma.
El programa de educación ambiental deberá estar aprobado por el claustro de profesores y por el Consejo Escolar o estar incluido en la programación general o en el proyecto educativo del centro y haberse ejecutado durante, al menos, los últimos dos años previos a la solicitud del sello. Además debe integrar las actividades de experiencia y contacto directo con el entorno, con el conocimiento y la realización de acciones para su conservación y mejora. De esta manera, se fomentan tanto los aspectos afectivos, como los cognitivos, y se capacita al alumnado para afrontar los retos de sostenibilidad del futuro.
Sobre la gestión ambiental, el programa deberá tener en cuenta los principales impactos en el centro de aspectos como el agua, la energía, los residuos y las emisiones a la atmósfera; deberá contar con indicadores de seguimiento y un plan de mejora para paliar las consecuencias más importantes o de más fácil solución e implantar medidas que incrementen la sostenibilidad y la calidad de vida de la comunidad educativa.