Lo comenté antes, hace ya unos 15 años, comencé a tener dificultades para caminar correctamente. Mi pierna derecha no respondía luego de caminar varias cuadras y en especial cuesta arriba. Esto fue empeorando hasta impedirme caminar dos a tres cuadras sin detenerme. Luego de unos minutos de descanso todo volvía a la normalidad.
En consulta médica se me diagnosticó un problema vascular periférico, debido a una placa de colesterol en la arteria que irriga la pierna (arteria ilíaca externa). Asimismo apareció otra placa en la carótida izquierda, con mayor riesgo posible (accidente cerebrovascular).
A partir de allí todo el periplo médico anticolesterol, medicación, dieta, ejercicio y una lectura agotadora sobre las posibilidades de cada opción. Beneficios y riesgo de las estatinas, evitar los alimentos con grasas, apuntar a la dieta mediterránea etc. y el gran villano, el LDL, el colesterol de baja densidad o colesterol MALO.
Ahondando en el proceso, el LDL oxidado por los radicales libres, se deposita en las paredes arteriales inflamadas, por tanto inundadas de glóbulos blancos y forma, junto al calcio, y otras sales, los temidos ateromas.
Con el LDL entre ceja y ceja (luego el VLDL y los triglicéridos como cómplices) y siguiendo las indicaciones médicas al pie de la letra, inicié una revisión de las evidencias c¡entíficas y una indagatoria a personas idóneas de mi entorno.
Primer problema, la existencia de niveles de colesteroles en sangre depende, solo parcialmente, de la dieta, ya que la mayor cantidad proviene del propio organismo mediante complejos mecanismos, en los que las células hepáticas y las intestinales son protagonistas. Y el origen de ese colesterol es múltiple ya que puede provenir hasta del ciclo energético en el que las grasas tienen escasa o nula participación.
Para mi tranquilidad, si es que puedo tenerla, han aparecido recientemente varios comentarios técnicos importantes.
En medios técnicos internacionales se afirma que del total del colesterol en el organismo, solamente una cuarta parte depende de la alimentación. Por ello una comisión asesora del Ministerio de Salud de los EEUU recomienda no preocuparse de la dieta alta en colesterol y si de la cantidad de azúcar refinada que se consume.
De igual forma para muchas personas es importante tener en mente los fundamentos de una dieta sana y su influencia en los niveles de colesterol total. A ello se agrega la posibilidad de utilizar hierbas que lo controlan hasta cierto grado.
Segundo problema, hay variaciones individuales en el metabolismo del colesterol en general y de sus componentes en particular. He comprobado que pertenezco al grupo de los que no lo metabolizamos correctamente, sea por producción excesiva o por eliminación insuficiente. Por tanto menos importa la dieta y si la carga genética actual.
Corresponde, por consejo médico, mantener los niveles en sangre, dentro de ciertos límites y aquí cada organismo dirá si acepta la participación de la medicina natural o requiere de medicamentos sintéticos.
Tercer problema, la participación del LDL en la formación de las placas depende de otros factores, como el proceso inflamatorio “dañino”, que predispone a las paredes de los vasos y sin el que incluso el LDL oxidado, no sería un problema. A esto se agrega que la existencia de tal tipo de proceso inflamatorio es consecuencia de, entre otros factores, un nivel de estrés “malo”, llamado distrés por algunos.
Aquí es cuando comienzo a llamar “amigo” al colesterol malo. Me ha ido permitiendo entender esta serie de eventos que se produjeron en mi organismo, a lo largo de muchos años y que han culminado con la presencia de las molestas y peligrosas placas. Es más una víctima que un villano.
Y la gran conclusión. Lo realmente imprescindible es controlar los niveles de inflamación dañina y los niveles de estrés malo, los reales causantes de muchos problemas de salud crónicos.
Un cuarto problema, no se ha comprobado que el nivel de grasas saturadas consumidas esté relacionado con los niveles de colesterol en sangre. En cambio el nivel de grasas en la dieta, si es perjudicial y también lo es el nivel elevado de colesterol LDL en sangre. Es que son un problema por cuadros diferentes a los que tradicionalmente se mencionan y por ello si importa mantenerlos controlados. Ahora se les ha relacionado con un aumento en la probabilidad de padecer depresión y otros trastornos psiquiátricos.
Por ello es que cobra renovada importancia aquello de que el colesterol se puede y se debe controlar con la dieta y en especial importa recordar que la dieta mediterránea, beneficiosa si las hay, es de comprobada ayuda. A esto se agrega que se están desarrollando nuevas procedimientos biotecnológicos para que las plantas aumenten la producción de fitoesteroles y otros compuestos bioactivos beneficiosos para la salud.
A mantenernos atentos y con mente abierta.