El comercio electrónico sigue con su crecimiento imparable en España, a pesar de la crisis que nos está cayendo encima. Si en el ejercicio 2010 el aumento de la cifra de negocio fue ya significativo, para el año actual se espera una facturación de hasta 9.000 millones de euros.
Y es que las compras por internet son una realidad cada vez más cotidiana para los usuarios, que ven cómo cada vez más empresas apuestan por este canal en un intento de diversificar y ampliar sus nichos de negocio y mercados potenciales, conseguir más clientes y en consecuencia ampliar sus ventas.
Tres son los tipos de productos que más demandan los usuarios: productos de entretenimiento (viajes, ocio, entradas y tickets para eventos…) productos de carácter tecnológico (ordenadores, accesorios, telecomunicaciones…) y moda, sector que ha ido al alza paulatinamente desde que gigantes como Inditex (entre otros) salieron al mercado online, facilitando el acceso a la compra de prendas y complementos a precios cada vez más competitivos.
No es de extrañar en consecuencia, que a raíz del éxito que el comercio electrónico está teniendo en estos momentos hayan surgido nuevos canales, modelos y plataformas de venta que ya están siendo muy demandados por todo tipo de usuarios y que están demostrando la salud de las NNTT aplicadas a prácticamente todos los sectores de actividad. “Quien no vende online, es porque no quiere”, he oído que dicen ya muchos expertos…
Así, algunos de estos canales o plataformas son:
F-ecommerce, también conocido como Social ecommerce o comercio electrónico vía las redes sociales, principalmente a través de Facebook, que desde hace un tiempo ya permite tener una tienda online en la propia página de fans y vender a través de ella, sin necesidad de redirección a la web de la empresa.
Y si bien los ratios de ventas a través de Facebook, aun no son todo lo buenos que pueden llegar a ser (frente a otros como Google, Amazon, AOL, Bing, etc.), cierto es que las redes sociales ya despuntan desde hace un tiempo como sitios donde se genera un gran volumen de negocio online.
M-commerce, o lo que es lo mismo, poder realizar compras desde un terminal móvil. El aumento y mejora de las prestaciones de los distintos dispositivos móviles (blackberries, Smartphones, Tablets…) ha favorecido que, principalmente usuarios de entre 35 y 44 años compren con cierta asiduidad mediante este nuevo canal. Además, la creación de servicios y aplicaciones como Google Wallet (herramienta de Google que permite hacer pagos en locales y comercios desde un móvil) está favoreciendo un mercado cada vez más al alza y al cual se tendrán que adaptar tarde o temprano todas las empresas que hagan ecommerce.
Geo-ecommerce, a raíz del uso cada vez más extendido de las redes de geolocalización. Por todos es sabido que nos encontramos en un entorno “Glocalizado” (Global + local), en el cual las redes de geolocalización como Foursquare, Gowalla o Google Places ganan cada día más adeptos. Estas redes fomentan la aparición online de negocios a nivel local, al tiempo que permiten su éxito (o fracaso) a partir de las recomendaciones de los usuarios en cuanto a aspectos tan variados como servicio, atención, calidad, etc…
Fuente: Societic