Metodología Como bien dice el título del estudio, el objetivo del estudio era conocer los hábitos alimentarios de la población, evaluando en concreto el consumo de pan y el tipo, y analizar las diferencias existentes en el consumo de alimentos, ingesta energética y de distintos nutrientes, así como la actividad física en función de la cantidad de pan ingerida. Para ello se estudiaron a 311 personas de Madrid, Málaga y Pontevedra, de entre 18 y 50 años, obteniendo datos:
- De actividad física: frecuencia, duración e intensidad de la misma en los 7 días previos.
- Dietéticos: a través de un registro de 3 días, concretamente domingo, lunes y martes.
- Socio-sanitarios: cuestionarios sobre datos personales.
- Conocimientos en nutrición y creencias respectivas al pan.
El pasado lunes, la directora del trabajo Beatriz Navia, profesora titular de la Facultad de Farmacia de la UCM, presentó los resultados en una rueda de prensa. Expuso que el 37.4% de los participantes llevaban una alimentación inadecuada, mientras que la del 25.2% era aceptable y, por tanto, el 62.6% de los participantes podían llevar una alimentación mejor.Más concretamente, sólo el 7.4% de las personas cumplían las recomendacionesalimentarias en cuanto al consumo de las raciones diarias de cereales y legumbres, y más del 50% no llegaban a las recomendaciones de fibra y distintas vitaminas y minerales, entre los que se encuentran las vitaminas A y E, ácido fólico, calcio magnesio… Hablando concretamente de la fibra, se evidenció que el porcentaje de personas con un consumo más alto de pan tenían un consumo mayor de fibra, de hecho, el porcentaje de personas que no llegaban a los 25 gr/día de fibra era inferior en este grupo que aquellas personas con un consumo menor de pan, 67.9% frente al 84.9%. Esto demuestra que en los últimos años el patrón alimentario en la población española ha cambiado, alejándose del patrón de dieta mediterránea, y que existe un desconocimiento importante de cuáles son los hábitos de consumo saludables. En cuanto al IMC, determinaron que el 9.8% de adultos padecía obesidad, el 23.2% sobrepeso y el 6.5% infrapeso. Aunque no hay diferencias significativas de peso, dentro del grupo con exceso de peso, entre los que consumen más de 2 raciones de pan al día y los que no, sí que hay más personas con sobrepeso en el grupo que consume menos pan; lo que demuestra el convencimiento de que el pan engorda. Sólo el 12.9% de los participantes opinaban que los carbohidratos deben suponer el 50% de la energía consumida al día. De hecho, los participantes que consumían menos de 2 raciones al día, independientemente del peso, tenían un perfil calórico más desequilibrado, siendo mayor el aporte a través de los lípidos. Por último, se ha descubierto que el pan más consumido es el pan de barra blanco, seguido del integral, seguido del pan de molde blanco y por último, del pan de molde integral. Si bien es cierto que detrás de muchos de estos estudios está la industria y a veces los resultados se maquillan un poco, no podemos olvidar que los datos son los que son por mucho que los intenten poner bonitos y beneficiosos para ellos. Este es un estudio más que evidencia que el consumo adecuado de pan no está relacionado con el exceso de peso, pero lo que más llama la atención es el desconocimiento que hay respecto a la nutrición. Con esto me despido hasta el próximo post. ¡Saludos!Realizado por Cristina Vallespín Escalada
FuentesPan cada día