Recientes estudios han confirmado que los bebés que fueron alimentados con pescado en el período comprendido durante los seis meses y el primer año de vida, manifestaron una tendencia mucho menor al desarrollo de síntomas similares a los cuadros de asma, comparados a los niños que recién incorporaron el pescado a su dieta a partir del primer año de vida.
El estudio fue realizado en Holanda y estuvo a cargo de la doctora Jessica Kiefte-de Jong, en el Erasmus Medical Center de Rotterdam, quien contó con la participación de más de 7.000 niños holandeses en investigación. Los resultados apoyan completamente la teoría de que el consumo de ciertos ácidos grasos que se encuentran presentes en alimentos como el pescado es sumamente favorable a temprana edad ya que en los bebés actúan como protectores contra la enfermedad del asma.
“La introducción al pescado entre los seis y los 12 primeros meses, no un consumo posterior, está asociado a una menor prevalencia de respirar con dificultad”…”Podría existir una ventana de exposición entre seis y 12 meses, de manera que el pescado podría estar asociado con la reducción del riesgo de asma”.
Es sumamente frecuente que los padres o los propios pediatras retrasen la incorporación del pescado en la dieta del bebé ante la preocupación provocada por los casos de alergias al marisco, pero lo cierto es que quitando esa posibilidad el pescado es realmente recomendable. Estudios previos ya habían determinado que el consumo de pescado por parte de la madre durante el embarazo o por el bebé desde edades tempranas representaba una excelente herramienta contra el asma y enfermedades respiratorias.
Para la investigación se analizó información sobre la salud y el tipo de dietas de un grupo de niños que nacieron entre 2002 y 2006 en Rotterdam, descubriendo que 1.282 niños comieron pescado desde sus primeros seis meses de vida, que 5.498 comenzaron a comerlo luego de los seis meses y que 431 de los niños no lo comieron hasta tener un año de vida por lo menos.
Al estudiar los registros de salud de los niños al cumplir los cuatro años y diferenciarlos entre los que tenían dificultades respiratorias o falta de aliento, descubrieron que entre un 40 y un 45 por ciento de los niños afectados pertenecían al grupo que no había comido pescado desde edades tempranas en su vida. Los niños que comieron antes de los seis meses tenían el mismo riesgo de padecer asma que los que comieron luego del primer año, por lo que se comprobó que el efecto protector solamente actúa entre los 6 y los 12 meses.
“Esto podría ser razonable porque es cuando el sistema inmunológico está siendo educado”.
Vía | Entretenimiento Terra
Foto | eyeliam
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El consumo de pescado reduce el riesgo de asma infantil