El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, ha dado a conocer dos estudios sobre el sector del vino en una iniciativa que se enmarca en el Plan de Innovación y Excelencia Turística de la Costa del Sol, puesto en marcha en colaboración con la Escuela de Organización Industrial (EOI), y que cuenta con un presupuesto total de 4 millones de euros.
“El vitivinícola es un sector estratégico para la provincia de Málaga y tenemos sólidos argumentos para creer en su consolidación y crecimiento”, ha afirmado Bendodo, quien ha señalado que el objetivo final es fomentar la cultura asociada al vino y promover la creación de empleo estable a través del producto vitivinícola y ecoturístico.
En la presentación han participado medio centenar de profesionales del sector, el diputado de Presidencia y responsable de Sopde, Carlos Conde; la directora de Programas de Emprendedores y Pymes de la EOI Andalucía, María Dolores Martínez, y el secretario general del Consejo Regulador de las D.O. Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga, José Manuel Moreno.
El primero de los informes, ‘Perfil de demanda del consumo de vino de los residentes en la provincia de Málaga’, revela que el gasto en vino en la provincia de Málaga se eleva a 31 millones de euros.
Este estudio, elaborado por Sopde, estima que 580.000 malagueños consumen habitualmente vino. Además, 370.000 personas han consumido o comprado vino de la denominación de origen Málaga y 15.000 de la D.O. Sierras de Málaga.
El vino tinto es el preferido por el 81% de los consumidores malagueños y la mayoría lo consume con la comida (52,7%) y en su propia casa (55,2%). El consumo medio es de 4,2 copas a la semana y normalmente en reuniones de amigos o familiares, lo que refuerza el carácter social de este producto.
Respecto a los hábitos de compra, el 20,7% de la población no compra vino, sólo lo consume. El lugar más habitual es el supermercado (79,7%), seguido de grandes superficies (42,9%) y tiendas especializadas (15,3%).
La mitad de los encuestados compra vino porque le gusta tener en casa (con un precio de entre 3,7 y 8 euros la botella) y 4 de cada 10 lo adquiere para momentos especiales (entre 11,2 y 29,6 euros).
Los malagueños suelen comprar vinos que ya conocen y han probado, son fieles a la marca, y el 43,4% no compra más cuando hay promociones. No obstante, el precio y el tipo de vino son decisivos a la hora de elegirlo, por encima del nombre, tamaño de la botella o la descripción de la etiqueta o contraetiqueta.
El 70% de los malagueños conoce algún vino elaborado en la provincia: Málaga y Montes de Málaga son los más conocidos, pero también los de Mollina, Cómpeta y Ronda. La marca más conocida en Málaga Virgen, seguida de Cartojal, Pedro Ximénez, Quitapenas y Carpe Diem.
La D.O. Málaga es reconocida por el 90% de los malagueños, mientras que Sierras de Málaga sólo por el 36,6%. “Aquí vemos claramente que es necesario un esfuerzo en promoción, comercialización y distribución”, ha apuntado Bendodo, quien ha hecho énfasis en un dato “muy ilustrativo y esperanzador”: nueve de cada diez personas que conocen los vinos de la provincia lo compran y lo consumen.
“Este alto grado de fidelidad da fe de su calidad y nos hace pensar que una mayor presencia en supermercados, restaurantes y eventos especiales incrementaría su grado de conocimiento “, ha indicado el presidente.
Los consumidores piensan que los vinos de la D.O. Málaga son conocidos y prestigiosos, y se asocian al aperitivo. Por su parte, la D.O. Sierras de Málaga es menos conocida, pero quienes la han probado opinan que es un buen vino, con carácter propio e interesante.
Sectores y grupos de interés
El segundo estudio, elaborado por el Consejo Regulador de la D.O. Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga, se titula ‘Análisis de los sectores y grupos de interés para el sector vitivinícola en la provincia de Málaga’.“La provincia tiene una larga tradición en este sector productivo que se asocia cada vez más a otras actividades, como el enoturismo”, ha subrayado Bendodo, quien ha destacado que existe un alto índice de bodegas con personal cualificado. “Creo firmemente que están capacitadas para crecer en cantidad y en calidad”, ha manifestado.
José Manuel Moreno ha cifrado entre 30 y 40 millones la facturación de las bodegas adscritas al Consejo Regulador por vino con denominación de origen. En el caso de la D.O. Málaga, el 35-40% se destina al mercado exterior, cifra que apenas alcanza el 10% en el caso de Sierras de Málaga.
En la provincia hay 1.000 hectáreas de viñedo dedicadas al vino, que producen entre 6 y 7 millones de kilos de uva, de los que se producen 4 millones de litros de vino. De estos, 2,5 millones de litros de vino son calificados.
El análisis del sector revela que el número de bodegas en la provincia ha aumentado de 9 a 45 desde el año 2001, pese a que el viñedo inscrito en el Consejo Regulador ha disminuido un 33% en las últimas cinco campañas.
Existen 14 bodegas que elaboran vinos de D.O. Málaga y hay 115 marcas inscritas en el consejo regulador. En el caso de la D.O. Sierras de Málaga, son 39 bodegas y 150 marcas. La comercialización ‘on-line’ apenas existe.
El estudio señala que todos los colectivos ofrecen una imagen bastante positiva respecto al interés por estos vinos, destacando el de las escuelas de hostelería y el de los sumilleres. Los distribuidores, por su parte, están desempeñando un papel relevante en el posicionamiento de los vinos de la provincia, aunque la oferta está condicionada por la exigencia de los restauradores de tener vinos de otras regiones.
El presidente ha destacado el trabajo de la Diputación a través de la marca promocional Sabor a Málaga para mejorar la comercialización de los productos malagueños y ha recordado que ya se han alcanzado acuerdos de promoción con El Corte Inglés, Eroski o Maskom.
Respecto al sector de la pasa, la producción media es de 350.000 kilos al año y existen alrededor de 1.500 viticultores. Sólo en la Axarquía hay 2.262 hectáreas de moscatel y, pese a que los precios son altos, la relación calidad-precio se considera buena.
Las conclusiones de estos estudios, que se enmarcan dentro del convenio con la EOI, se extenderán a un servicio de consultoría, ya adjudicado, para mejorar la competitividad de las pymes del sector vitivinícola.