Revista Ciencia

“El consumo energético en Madrid es más responsable”

Por Energiaeficiente

La Delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid hizo ayer estas declaraciones en la primera jornada del curso “La lucha contra el cambio climático: eficiencia energética y energías renovables”, organizado por la Escuela de Negocios CEU, perteneciente a la Summer University 2010.

La delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, ha manifestado que “la solución a la crisis pasa por luchar activamente contra el cambio climático”, y ha resaltado los esfuerzos que está haciendo la ciudad de Madrid en este sentido, entre los que destacó el ahorro de energía.

Botella ha participado este martes en la mesa redonda ‘La administración local ante el cambio climático’. Según la delegada, “mientras que las emisiones de CO2 en España crecieron en el periodo 1990-2007 un 52,6 por ciento, las de Madrid lo hicieron en un 15,6 por ciento, es decir, 37 puntos menos que en el resto del país, cumpliendo con lo estipulado en el Protocolo de Kyoto”.

En el periodo 2002-2007, Botella ha afirmado que “Madrid redujo sus emisiones totales, tanto directas como indirectas, en un 4,2 por ciento”. En cambio, ha lamentado que en el conjunto de España, con un incremento similar del PIB, “las emisiones aumentaron un 9,8 por ciento”. Así, ha destacado que “la economía madrileña aporta el 11,8 por ciento del PIB con unas emisiones que representan el 3,2 por ciento del total español”.

Según ha manifestado, estos resultados son posibles “gracias a la eficiencia energética”. El Balance Energético del Municipio de Madrid concreta que “en 2007 la cantidad de energía consumida por unidad de PIB generado fue un 69 por ciento inferior a la media española y, en ese mismo año, el consumo de energía final per cápita fue un 47,6 por ciento menor que la media de España”. Unas cifras que, en palabras de la delegada, “se deben a una economía de servicios y a la disminución del consumo energético en un 6,2 por ciento entre 2003 y 2007″.

LAS CIUDADES, ACTORES FUNDAMENTALES

Botella ha manifestado que las ciudades “son actores fundamentales en la lucha contra el cambio climático”, y ha recordado que el término medio ambiente no incluye sólo “espacios naturales ajenos a las ciudades, sino que también las incluye a ellas, que son un ecosistema complejo que intercambia grandes cantidades de recursos y energía con su entorno”. “Constituyen el epicentro de problemas ambientales, pero también de soluciones que permitirán legar a las próximas generaciones un mejor y más sostenible entorno” ha destacado.

Citando previsiones de la ONU, ha dicho que “desde hace dos años, más de la mitad de la población mundial vive en un entorno urbano, y, en menos de 40 años, este porcentaje alcanzará el 70 por ciento”. Además, ha señalado que “las ciudades consumen el 80 por ciento de la energía y producen más del 50 por ciento de las emisiones de los gases de efecto invernadero”. A pesar de ello, se ha quejado de que las autoridades locales “apenas tienen competencias en ámbitos clave como la energía”.

En este sentido, ha advertido que el precio de la electricidad para los hogares “es un 5 por ciento superior a la media europea y el coste eléctrico para la industria, un 17 por ciento”. Estas diferencias, en opinión de Botella, “perjudican a las economías familiares y pesan como una losa sobre la competitividad industrial”. Por ello, ha asegurado que estas circunstancias “hacen inaplazable la reorganización del sector energético español para superar la crisis”.

DESARROLLO SOSTENIBLE

“Los motores del desarrollo son la eficiencia en la gestión y el apoyo a la innovación tecnológica”, ha declarado, y ha añadido que “las ciudades son ricas en recursos humanos pero pobres en recursos naturales y energéticos”. Por ello, ha afirmado que “una ciudad más sostenible apuesta por el factor humano, y convierte los motores del desarrollo en eficiencia en la gestión y la innovación tecnológica”.

Según la delegada, “Madrid ha demostrado una ciudad que demuestra que es posible hacer compatible el crecimiento económico y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”. Aunque los ayuntamientos carecen de competencias energéticas, ostentan un “importante margen de acción en servicios y en la gestión de una elevada demanda energética y de materias primas”, ha dicho.

“Actuar en estos ámbitos”, continuó, “exige una aplicación de criterios de sostenibilidad transversal a todos los sectores de la administración de una ciudad, en el urbanismo, en la movilidad, en la gestión de sus recursos hídricos, en su fiscalidad o en la contratación pública”.

Las herramientas para estos avances se incluyen, según la delegada, en el Plan de Uso Sostenible de la Energía y Prevención del Cambio Climático 2008-2012, que contempla como objetivos básicos contribuir a que España cumpla con los compromisos de Kyoto. Para cumplirlos, “el Ayuntamiento de Madrid fomenta el uso de vehículos limpios, con una bonificación máxima en el impuesto de circulación del 75 por ciento y la exención del SER para los vehículos eléctricos”.

Además, “Madrid también impulsa una red de combustibles alternativos y ha renovado la flota municipal en un 34,2 por ciento con la incorporación de 1.500 vehículos menos contaminantes, entre otras medidas”, ha añadido.

“Todo ello, sin duda, ha sido determinante para que se haya reducido en Madrid un 6,8 por ciento las emisiones de CO2 del tráfico”, ha declarado con satisfacción y ha destacado que “la tendencia en el conjunto de Europa y en España ha sido la inversa”.

“El consumo energético en Madrid también es más responsable”, ha indicado Botella. “Hoy Madrid produce para sí misma el 5,2 por ciento del total de la energía eléctrica que consume y la generación de la mayor parte de esta energía está integrada en los servicios municipales de depuración de aguas residuales y en el tratamiento de los residuos” ha argumentado.

En este sentido, ha querido señalar que “el antiguo vertedero Valdemingómez se ha convertido en fuente de energía, en concreto del 2,3 por ciento de la energía eléctrica que consume Madrid”, lo equivalente a, según la delegada, el “consumo de alumbrado y semáforos de la ciudad”.  

Por ello, “todas estas medidas se completan con un esfuerzo en el ahorro de energía, mediante la aplicación de sistemas de gestión ambiental de los edificios municipales o el desarrollo del Acuerdo de Optimización Energética con el que se prevé un ahorro de hasta un 20 por ciento en edificios e instalaciones municipales”, ha resaltado.

VERDE EN EL ASFALTO

“Árboles y zonas verdes mitigan los efectos del cambio climático”, ha indicado Botella y, por ello, “Madrid cuenta con más de 21.000 hectáreas de zonas verdes, de las cuales 5.700 son de parques y jardines, a las que hay que sumar, aproximadamente, 300.000 árboles de alineación”.  

Desde 2003, se han creado más de 1.000 nuevas hectáreas de zonas verdes y se han plantado más de 900.000 árboles. Además, en la actualidad, “se encuentran en ejecución 600 hectáreas de nuevas zonas verdes, gracias a la construcción de un gran parque como el Parque Forestal de Valdebebas o el Proyecto Madrid Río” ha concluido la delegada.


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