- ¿Que tal estoy?
- Muy bien. Debo decir que estoy sorprendido.
- Nunca lo podría haber hecho sin ti.Desayuno con diamantes (1961) | Breakfast At Tiffany’s Script – The Dialogue
La muerte del Rey y el fin del contenido
En ocasiones en este blog escribo alguna cosa políticamente incorrecta en un momento dado; creo que la reflexión abierta o va a la par de la divulgación o sino, nos empobrecemos al compartir sin regenerar ese contenido -origen del título- aún contrariando el pensamiento establecido.
Ahora, “El contenido ha muerto” sería políticamente incorrecto si no me avalara aquella entrada del Washington Post, con esa declaración de muerte
Vale la pena descartar algunas ideas erróneas acerca de lo que necesita la prensa para actualizarse. Una de esas ideas es que El contenido siempre será el rey
El silogismo que ayudó a prosperar al periodismo del siglo 20 era simple: Produce el periodismo (o “contenido”) que la gente quiere, y tendrás éxito. Puede que ya no sea suficiente. La clave de los medios de comunicación en el siglo 21 es de quien tenga más conocimiento del comportamiento de la audiencia, no quien tiene el contenido más popular.
Que bonito.
La periódicos suelen amenazar con que el contenido se tiene que pagar, porque siempre se pagó por él. Todo lo producido de 2004 a la fecha supera todo lo escrito en toda la historia del periodismo. Libre. Gratis, casi siempre. Porque tal vez antes no se pagaba por el contenido sino por el continente, por el envase y asi siguiendo, podríamos poner otros paralelos, pero no es el tema de este post tocar los medios y las industria productoras de contenido.
De esto que escribía Tom Rosenstiel en abril hasta el “Es el contenido, estúpido” de Juán Gómez-Jurado pasaron pocos meses. Es interesante leer ambos por parte de las marcas que no se dedican al periodismo y que han adoptado la sana costumbre de elevar al trono al contenido. Porque puede que no sea suficiente.
El problema es que cuando tu empresa no es un medio a pesar que puede actuar como tal. La creciente cultura de repetir contenido inerte en pos de generar diálogo enfrenta al contenido con alma que genera interés y recuerdo. Contenido líquido dice Jeff Bullas que dice Coca Cola
El contenido era el Rey en tanto y en cuanto era la moneda de cambio de la vieja Social Media, antes que la absoluta presencia de todos y cada uno de nosotros en los medios sociales dinamitara la participación y la fragmentara hasta el infinito ¿Me estoy adelantando a 2016? ¿es pronto para decir que sí, que el contenido genera conocimiento pero lo que necesita la marca es dejar huella? ¿con contenido con alma? ¿con un estilo propio que la vuelva incontrolable, inolvidable e imposible de replicar?
El cambio constante es la naturaleza de la Internet y la conversación social se ha transformado en el combustible mas valorado por las empresas, mas viralizador para las marcas y mas caótico para los que se dedican a las predicciones. Lo único estable en este cambio continuo es su inestabilidad. Mas rápido o mas lento, habrán nuevos medios, herramientas, tecnologías. Nuevo contenido describiendo, comentando, interactuando con estas novedades, con sus posibilidades, riesgos o su cambio en la cultura. Pero el estilo es lo que prevalece. Con una vulgar sinceridad podríamos decir que todos reconocemos el estilo de unos u otros sin recordar en profundidad el contenido. Una marca necesita obedecer a su instinto de dejar un cicatriz en el recuerdo, tener un estilo superador de la creación y curación de contenido.
En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento | Albert Einstein
Desde dos atalayas enfrentadas de la gestión de la marca, entre el über branding hasta la cultura de la imagen flexible, hay una realidad donde se cultiva la identidad. Pulverizar la marca -como dice Martin Lindstrom- sobreviviendo a sus logos es generar sensaciones bajo un estilo único para que el recuerdo sea la marca en lugar de uno u otro elemento de difusión.
Llega un momento en que el contenido popular no será el rey, porque no será suficiente. Porque la marca es el Como (el estilo) tanto o mas que el Que (el contenido). Supongo que es un buen momento para pensar en nuestro estilo de contenido (que no es la estrategia ni el diseño, sino su identidad) para que no tengamos que decir El contenido pasa, la marca, queda
¿Que tal un tema adecuado para cerrar? : I´m a Very Stylish Girl