Revista América Latina
Cath Le Couteur (Sydney, Australia, 1971), es graduada de la Escuela Nacional de Cine y Televisión en Inglaterra, y ha ganado numerosos premios en circuitos de festivales por sus cortometrajes de temática LGTB. En 2004 obtuvo un lugar en la Cinefondation Residency de Francia (una estancia de 5 meses en la que cada año se elige a 5 cineastas alrededor del mundo para vivir de primera mano la organización del Festival Internacional de Cine de Cannes mientras estudian alguna especialidad relacionada con el séptimo arte).
Su debut profesional fue como codirectora junto a Sally Phillips del corto 174 (2000), premiado por el Arts Council de Inglaterra, y se integró en Shooting People, la más importante asociación de cineastas independientes del Reino Unido. Como directora en solitario, escribe y dirige en 2001 Starched, que consiguió el premio de Mejor Cortometraje en el Festival Internacional de Cine Lésbico y Gay de Milán en 2002. Ese mismo año rueda el corto que hoy nos ocupa, Gira (Spin), un trabajo de 10 minutos que fue nominado como Mejor Cortometraje en el Festival Internacional de Cine de Berlín (2003), y premiado en los Festivales de Winterthur (Suiza, 2003), Edimburgo (2002) y Barcelona (2002), además de ser exhibido en Cannes (2003).
Esta pequeña joya se presentó en los cines del Reino Unido como un corto previo a la proyección de A los Trece (Thirteen, Catherine Hardwicke, 2003), controvertida y laureada película sobre la adolescencia femenina. El título original del cortometraje hace referencia al tradicional juego de la botella (Spin-the-Bottle), con premios y castigos de por medio, y cuenta con las participaciones estelares de un jovencito Julian Morris (Londres, 1983), al que hemos podido ver en series como 24 (2010), Mi Generación (2010), Once Upon a Time (2012-2013) y Pretty Little Liars (2013); además de un desaparecido Ryan Dabner del que no se sabe mucho más, y Kristy Bruce (Londres, 1984), con un registro un poco más amplio en seriales televisivos del Reino Unido. Gira fue rodada en mini DV, aprovechando al máximo las posibilidades de las pequeñas cámaras digitales, incluida una cámara lápiz, y por su innovación técnica fue reconocida con el Film Four and LFVDA Production Award 2002.
El guión no aclara muchas cosas, se centra en un momento particular de una fiesta adolescente y parece que la narración transcurre en tiempo real, por lo que omite explicaciones y deja mucho a la imaginación. Sin embargo es un trabajo digno de apreciar.
Fiz (Julian Morris) organiza en su casa una fiesta para sus amigos adolescentes, donde por supuesto no pueden faltar la música, el alcohol, las risas, el romance… en fin, mucha diversión. Se ha propuesto el “juego de la botella”, en donde el castigo o premio, según se vea, será la oportunidad que tiene el que la gira de estar dos minutos a solas en el baño de la segunda planta con el chico o chica al que apunte el cuello de la botella cuando termine de girar. Ellie (Kristy Bruce), su mejor amiga, se ha interesado en Jad (Ryan Dabner), un misterioso chico que trata de mantenerse alejado del resto y que al parecer llegó invitado por alguien más, pero a quien Fiz sí conoce. Ellie espera tener la oportunidad de estar a solas con este chico, pero la botella que gira hace que sean el guapo Fiz y el sexy Jad los que se tengan que encerrar dos minutos en el baño, y al quedarse a oscuras, la tensión sexual va a ser inevitable...
Disfruten pues de este cortometraje que, casi literalmente, les dejará con un buen sabor de boca… Hasta la próxima.