En internet y a nivel offline encontramos múltiples herramientas que nos ayudarán a controlar, automatizar y sincronizar las ventas, atención al cliente y lo que necesitemos. Para ello deberemos conocer, atraer y ganar nuevos clientes, sin dejar escapar a los que ya tenemos entre nosotros. Los antiguos clientes también serán importantes. Y por último, deberemos reducir los gastos de marketing y de atención al cliente.
CRM es una forma de pensar y de actuar de una empresa hacia sus clientes/consumidores. A partir de la formación de grandes corporaciones, el contacto 1 a 1 se va perdiendo y se despersonaliza cualquier transacción, dejando de lado la relación de los clientes con la marca.
Dentro del CRM encontramos tres grandes bloques: ventas, servicios y marketing. Cada uno de ellos trata y profundiza en las tareas de su área para definirlas lo mejor posible antes de ponerlas en marcha.
El paso del tiempo y la evolución de las técnicas hacen que el CRM también evoluciones de tal manera que actualmente ya no es la compañía quien define el proceso, sino que viene condicionado por el cliente. El desarrollo de nuevas tecnologías, de los canales de comunicación y la flexibilidad de horarios, hacen que sea más difícil conocerlo. No obstante, esto hace que cada vez se busque una mayor interacción entre empresa y cliente. Escuchar, conversar, generar engagement y ser proactivos nos ayudará a desarrollar mejor nuestras funciones.
En definitiva, aplicando el CRM podremos conocer mejor a nuestros clientes, trabajar mejor en equipo, ofrecer mejores productos a los clientes adecuados, reducir el tiempo en las ventas y conocer mejor la evolución de nuestras acciones y objetivos.