- Gilead, de Marlynne Robinson. Sin dudarlo, la mejor del año. Pura poesía. Una novela religiosa para ateos.
- Kanikosen (El pesquero), de Takiji Kobayashi. Si no te indignas, eres un cabrón.
- La tumba de las luciérnagas, Akiyuki Nosaka. Una historia terrible, un libro que no se olvida.
- Cuentos de Galitzia, de Andzrej Stasiuk. ¿Realismo mágico en el norte?
- Kinshu. Tapiz de Otoño, de Teru Miyamoto. Sencillamente bonita. ¿Me estaré volviendo blando?
- Maravillas del crepúsculo, Sjón. Rara rara, pero tremenda Islandia.
Revista Libros
Cedo a la presión de mis innumerables seguidores para traer aquí la lista de mejores lecturas de entre las cada vez más escasas obras leídas en 2011. Poco hay esta vez dónde escoger, así que no sé si podremos alcanzar la habitual decena: