Revista Psicología

El cuerpo-dolor en los niños

Por Ipiera68 @Iciar_Piera

El cuerpo-dolor en los niños

Fotografía: Jill Greenberg

A veces, los cuerpos-dolor de los niños se manifiestan como arrebatos de mal humor y retraimiento. El niño se pone mohíno, se niega a interactuar y se queda quizá en un rincón, abrazando un muñeco o chupándose el pulgar. También se puede manifestar como ataques de llanto o rabietas. El niño chilla, tal vez se tira al suelo o se pone destructivo. Un deseo frustrado puede desencadenar fácilmente el cuerpo-dolor, y en un ego en desarrollo la fuerza del deseo puede ser intensa. Es probable que los padres lo miren impotentes, incrédulos, sin comprender que su angelito se haya transformado en pocos segundos en un pequeño monstruo. "¿De donde ha salido toda esa infelicidad?", se preguntan. En mayor o menos medida, es la parte que tiene el niño del cuerpo-dolor colectivo de la humanidad, que se remonta al origen mismo del ego humano.

Pero también es posible que el niño haya absorbido dolor de los cuerpos-dolor de sus padres, y que los padres vean en el niño un reflejo de lo que también existe en ellos. Los niños muy sensibles resultan especialmente afectados por los cuerpos-dolor de sus padres. Tener que presenciar el insensato drama de sus padres provoca un dolor emocional casi insoportable, y muchos de estos niños hipersensibles se convierten en adultos con cuerpos-dolor muy pesados. Los niños no se dejan engañar por padres que intentan ocultarles sus cuerpos-dolor, que se dicen "no debemos pelear delante de los niños". Por lo general, esto significa que mientras los padres conversan educadamente, la casa está impregnada de energía negativa. Los cuerpos-dolor reprimidos son sumamente tóxicos, aún más que los manifiestamente activos, y esta toxicidad psíquica es absorbida por los niños y contribuye al desarrollo de su propio cuerpo-dolor.

Algunos niños aprenden subliminalmente acerca del ego y el cuerpo-dolor, simplemente por vivir con padres muy inconscientes. Una mujer cuyos padres tenían egos muy fuertes y cuerpos-dolor muy densos me contó que muchas veces, cuando sus padres estaban gritándose uno a otro, ella los miraba y, aunque los quería, se decía: "Esta gente está loca. ¿Cómo he venido a parar aquí?". Había ya en ella conciencia de la locura que es vivir de ese modo. Esa conciencia la ayudaba a reducir la cantidad de dolor que absorbía de sus padres.

Muchos padres se preguntan qué hacer con los cuerpos-dolor de sus hijos. Pero la pregunta principal, naturalmente, es si están haciendo algo con el suyo. ¿Lo reconocen dentro de sí mismos? ¿Son capaces de estar lo bastante presentes cuando se activa, para poder ser conscientes de la emoción en el nivel de sentimiento, antes de que tenga ocasión de convertirse en pensamiento y, por lo tanto, en una "persona desdichada"?

Cuando el niño tiene un ataque de cuerpo-dolor, no hay mucho que se pueda hacer, aparte de estar presente para no verse arrastrado a una reacción emocional, ya que el cuerpo-dolor del niño se alimentaría de ella. No entres en el drama . No te lo tomes demasiado en serio. Si el cuerpo-dolor se activó por un deseo frustrado, no cedas ahora a sus demandas. De otro modo, el niño aprendería: "Cuando más desdichado sea, más probabilidades tendré de conseguir lo que quiero". Esto es una receta para la disfunción en la vida futura. En cuerpo-dolor se verá frustrado por la falta de reacción del padre, y lo más probable es que actúe un poco más durante un breve tiempo antes de apaciguarse. Afortunadamente, los episodios de cuerpo-dolor en los niños suelen durar menos que en los adultos.

Poco después de haberse apaciguado, o tal vez al día siguiente, puedes hablar con el niño de lo que ocurrió. Pero no le hables al niño del cuerpo-dolor. En lugar de eso, hazle preguntas. Por ejemplo: "¿Qué ocurrió ayer, que no dejabas de chillar? ¿Te acuerdas? ¿Como te sentías? ¿Era una buena sensación? Eso que te pasó, ¿tiene nombre? ?¿No? Si tuviera nombre, ¿Cómo se llamaría? Si pudieras verlo, ¿qué aspecto tendría? ¿Podrías hacer un dibujo del aspecto que tiene? ¿Qué le pasó cuando se terminó? ¿Se fue a dormir? ¿Crees que puede volver?

Estas son solo unas cuantas preguntas sugeridas, pensadas para despertar en el niño la facultad de presenciar, que es la Presencia. Es posible que también quieras hablarle al niño de tu propio cuerpo-dolor utilizando la terminología infantil. La próxima vez que el niño sufra un arrebato de cuerpo-dolor, puedes decir: "Ha vuelto, ¿verdad?" Usando las palabras que utilizó el niño cuando habló de ello, dirige su atención a lo que se siente. Que tu actitud sea de interés o curiosidad, y no de crítica o condena.

Es poco probable que esto detenga al cuerpo-dolor en ese mismo momento, y puede parecer que el niño ni siquiera te oye, pero algo quedará en el fondo de su conciencia, incluso cuando el cuerpo-dolor está activo. Después de unas cuantas veces, esta conciencia se habrá fortalecido y el cuerpo-dolor se habrá debilitado. La Presencia va creciendo en el niño. Un día puede que te encuentres con que es el niño el que te hace ver que tu cuerpo-dolor ha tomado control de ti. <3

La fotografía que acompaña este artículo pertenece a una serie de imágenes de niños llorando que fueron muy comentadas hace un tiempo. La autora es Jill Greenberg. Yo no voy a entrar a valorar las razones detrás de estas fotos, que las desconozco. Lo que quiero es apuntar a algo diferente. ¿Qué sientes cuando ves estas fotos? Cuando miras la foto que aparece en esta entrada, ¿qué emociones surgen? Puede que sea tristeza, enfado, compasión, rabia, impotencia...

Es nuestra percepción, la manera en que miramos las cosas la que determina nuestra experiencia emocional, lo que sentimos, y esas emociones están controladas por nuestros pensamientos y creencias, por nuestros patrones mentales. Todo en la vida es una invitación a ir mas al fondo y no quedarnos en la superficie. Puedo observar estas fotos y quedarme con que son las fotos lo que está provocando que yo me sienta así como me siento, entonces buscaré un culpable de mi sentir, en este caso por ejemplo la fotógrafa que hizo las fotos a estos niños o la autora de este blog que no se porque razón hoy ha decidido compartir esta foto ;) . O puedo ir un paso más allá y ver que ese niño no refleja más que mi propio niño interno, mi niño triste, o enfadado, indefenso o maltratado. Ese dolor emocional ya estaba ahí esperando a salir a la superficie para ser atendido. Y puedo aprovechar este momento para atender a mi sentir, para abrirme a lo que estoy experimentando, para tenderle la mano a ese niño que solo pide nuestra atención y cariño, y acunarlo en nuestros brazos. :) <3

Hoy terminamos esta entrada con un vídeo que ha sido también muy comentado las últimas semanas en las redes sociales. Es una buena oportunidad para volver a observarme mientras lo veo. ¿Qué pensamientos surgen en mi mente? ¿Qué siento mientras lo veo? ¿Hay algo que me altera? ¿Qué despierta en mí? Parece que hoy estoy un poco "provocativa"... ;)

El cuerpo-dolor en los niños

***Recordaros que hacemos sesiones de liberación emocional, de liberación del cuerpo-dolor, también en los niños y adolescentes y que estos suelen reaccionar muy bien a esta herramienta.

***Recordaros que en enero seguimos con nuestras promociones: Promoción Año Nuevo de Bienestar Emocional y Promoción de Liberación de El Muro del Corazón.


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