Revista En Femenino

El cuidado de los niños y las tareas domésticas

Por Tenemostetas
El cuidado de los niños y las tareas domésticasPor Ileana Medina Hernández
Me gusta que las entradas en los blogs de otras madres, me inspiren a escribir entradas en el mío, y que se genere un "diálogo" entre nosotras.
Hace un tiempo,  La Mamá de Mateo, reprodujo y comentó dos artículos aparecidos en el mes de diciembre pasado en la revista El mundo de tu bebé , uno de Laura Gutman sobre el problema del dinero en la familia cuando nace un bebé, y el otro es un fragmento del libro de Naomi Stadlen Lo que hacen las madres. Sobre todo cuando parece que no hacen nada que os recomiendo encarecidamente leer.
¿Cuál es exactamente el trabajo de una madre? se pregunta la autora.
A veces parece que quienes defendemos la idea de que un niño pequeño necesita permanecer todo el tiempo con su familia, y sobre todo con su madre, somos unas retrógradas que queremos que las mujeres vuelvan a estar encerradas en casa, confinadas al mundo de las labores domésticas.
Nada más lejos. Como dice la mamá de Mateo, "ser madre y ama de casa son dos cosas muy diferentes".
La mujer que interrumpe su vida laboral y decide quedarse en casa para permanecer junto a su bebé, dándole el pecho, el cuerpo, la mirada exclusiva y el sostén físico y emocional que el bebé necesita, no se queda en casa también para limpiar, fregar, hacer la colada, cocinar... y ser la esclava de todos.
La madre, su cuerpo y sus pechos, son imprescindibles para el bebé, pero no para el resto de las tareas domésticas que deben ser compartidas por la pareja, por la familia y por el resto de la "tribu" y la comunidad que deseen realmente apoyar la maternidad y la crianza.
Nuestras madres, abuelas y bisabuelas, atrapadas en la "cárcel" de las duras labores domésticas de antaño, de la servidumbre al marido, de los prejuicios sociales y el "qué dirán", de los muchos hijos uno detrás de otro... no podían, aunque permanecían en casa, dedicar a cada uno de sus hijos el cuerpo, la atención y el tiempo que los niños merecían y necesitaban.
Hoy, libres de muchas de esas cargas domésticas gracias a los aparatos eléctricos; libres de los muchos hijos uno detrás de otro gracias a la planificación familiar; mucho más conscientes y conocedoras de nuestra femineidad, nuestra valía, nuestras prioridades y nuestros derechos; POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA las mujeres estamos en condiciones de exigir apoyo tanto en el mundo público como en el mundo doméstico, para tener tiempo y disponibilidad para ofrecer a nuestros bebés algo que sólo nosotras podemos darles: leche y cuerpo maternos, de día y de noche.
Exigir a la sociedad bajas maternales más largas, respeto a nuestras carreras profesionales al volver al trabajo después de un año o dos de permiso para la crianza, involucrarse y apoyar la posibilidad de compatibilizar realmente el trabajo remunerado y la maternidad, que la maternidad no siga siendo un obstáculo para trabajar ni el trabajo un obstáculo para la maternidad... tiene que ir acompañado de un compromiso mucho mayor de los hombres con la vida doméstica, de mayor tiempo de toda la familia dentro de la casa, de sostén masculino y familiar para la madre, que debe darse sobre todo a su bebé en los primeros meses y años de vida.
No es necesario que un padre dé un biberón para implicarse en la crianza: debe apoyar física y emocionalmente a la madre para que ella tenga la disponibilidad, el tiempo y el descanso suficiente para poder dedicarse a la lactancia.

Volver a la Portada de Logo Paperblog