Para analizar las muestras del suelo marciano, el Curiosity pulveriza las rocas y luego las calienta a altas temperaturas, y así consigue aislar sus componentes. Pero este proceso hace que algunos de esos componentes, como los sulfatos, desprendan átomos de oxígeno al alcanzar temperaturas que rondan los 500 ºC. El problema de esta oxidación es que tiene la capacidad de deshacer cualquier molécula orgánica que pudiera haber en la muestra.
El error ha sido descubierto por un equipo del Imperial College de Londres dirigido por James Lewis. Los investigadores querían recabar datos de unas muestras de jarosita, o piedra de alumbre, un mineral que aparece en los que fueron lechos acuáticos marcianos hace millones de años. Para simular lo que hacía con ellas el Curiosity, los científicos cogieron unas muestras de playas inglesas y las sometieron al mismo proceso empleado por el vehículo de la NASA.
El resultado fue que no se encontró una sola molécula orgánica en el mineral inglés. En su lugar, sólo se detectó dióxido de azufre, dióxido y monóxido de carbono, y agua, que son los componentes que resultan de romper las moléculas de carbono.
Así que, según esto, el Curiosity jamás podría detectar componentes orgánicos en rocas con algún mineral que provocase una oxidación en el proceso de calentamiento.
El problema no sólo incumbe a la NASA. La Agencia Europea del Espacio (ESA) también tiene pensado emplear el mismo método para detectar materia orgánica en la misión ExoMars, la cual está prevista comenzar en 2018.
Algo parecido pudo haber ocurrido también con la sonda Viking, que en 1976 buscó sin éxito materia orgánica en el suelo de Marte. Una posible explicación a aquello surgió en 2008, cuando la sonda Phoenix descubrió perclorato en el terreno marciano analizado por su antecesora, que libera oxígeno cuando se calienta y podría haber destruido cualquier posible materia orgánica en las muestras recogidas por la Viking.
Lewis y su equipo exponen sus conclusiones en un artículo en la revista Astrobiology con fecha de 19 de febrero de 2015: " Sulfate Minerals: A Problem for the Detection of Organic Compounds on Mars?".
Según explican los autores, aún puede haber un par de soluciones que salven algunos estudios, y es seleccionar aquellas muestras más resistentes al calor, con la esperanza de que no se haya dado la oxidación, por un lado; y centrarse en la búsqueda de las moléculas que resultarían de romperse la materia orgánica, por otro, a modo de pistas indirectas que pudieran indicar su presencia anterior al desastre.