Pese a esto, los cazadores se negaron a que el muchacho los acompañara y Ojo de Águila decidió seguir al grupo de cazadores de incógnito.
Por la mañana siguió los pasos de los cazadores con sigilo, llevando alimentos, agua, abrigo y una afilada vara de arce como arma. Al caer la tarde, el grupo de cazadores llegó a las colinas para dar caza a los ciervos y prepararon una gran hoguera para soportar el frío y cocinar sus alimentos.
Ojo de Águila había olvidado llevar la yesca y el pedernal para poder prender el fuego, por lo que estaba muerto de frío y hambre. Quería ir al campamento pero el miedo a ser castigado por su desobediencia le hacía dudar. De repente, oyó rugir a un puma así que decidió salir corriendo hacia el campamento de los cazadores. Éstos se enfadaron por la desobediencia, dándole una tremenda paliza y riéndose del niño asustado.
Al día siguiente, el jefe del grupo le ordenó que se quedara a cuidar el campamento mientras ellos cazaban. El muchacho se quedó de mala gana y pasados unos minutos el joven abandonó el campamento. Comenzó a caminar y se desató una tormenta de nieve que trajo una densa niebla. Perdió el rumbo. Cuando cesaron las inclemencias, y sin saber dónde estaba, vio la silueta de un gran búfalo blanco (animal mágico y sagrado entre todas las tribus de pieles rojas). El miedo se apoderó de él, pero armado de valor se acercó con cautela y la bestia le encaminó hacia su campamento. Una vez puesto a salvo, el búfalo desapareció entre la niebla.
Cuando llegó Ojo de Águila les narró su aventura pero no le tomaron en serio. Pero el jefe, que había viajado al sur, contó que existía un grupo enemigo que mataba y destrozaba todo lo que encontraba a su paso. Vestían armaduras, usaban sables, montaban a caballo y eran de piel blanca. Un frío invierno, el abuelo de Ojo de Águila y su familia huyeron de este enemigo, pero se perdieron sin los víveres necesarios para subsistir, por lo que el abuelo decidió cazar un animal para mitigar el hambre. Después de buscar y no encontrar ninguna presa, se percató de que había perdido el camino de regreso. Cansado y sin esperanza se le apareció el gran Búfalo Blanco, señalándole el camino de regreso a donde lo esperaba su familia. El jefe afirmó que Ojo de Águila sería el día de mañana uno de sus chamanes o un gran jefe."
“Cuando el gran cambio se aproxime, nacerán seres blancos en todas las especies."
FUENTE: Historia, Mitos y leyendas
“Cuando el gran cambio se aproxime, nacerán seres blancos en todas las especies."
Aquí el búfalo blanco es al igual que la pantera en el fantástico western de William Wellman “El rastro de la pantera”, es la metáfora que se repite en ambas películas, y simbolizan los miedos, las pesadillas y los temores que tiene todo ser humano, que al final siempre te tienes que enfrentar a ellos cara a cara para seguir viviendo con dignidad. Pero al contrario que en la de Wellman, que la pantera no se le veía durante todo el metraje, en esta si vemos al búbalo blanco. Este western crepuscular tiene grandes semejanzas con la novela de Moby Dick, donde el obsesivo capitán de barco no parara hasta matar al terrible y poderoso animal que le obsesiona.
Moby Dick la ballena blanca Basada en la novela homónima de Richard Sale "The White Buffalo" y con guión del mismo Sale, un gigantesco búfalo blanco siembra el terror, la muerte y la destrucción en Dakota. Tres hombres intentan darle caza, pero sus motivos son muy distintos. Wild Bill Hickok (Charles Bronson), el legendario explorador, aventurero, jugador y pistolero, que quiere darle caza para poner fin a sus pesadillas, aunque ello le cueste la muerte, el jefe sioux “Caballo loco” (Will Sampson), porque el alma de su hija, víctima del animal, sólo hallará la paz cuando su cadáver sea cubierto con la piel del búfalo y por último Zane (Jack Warden), un viejo colono que por su parte, sólo busca el beneficio económico que le reportaría la venta de la piel de animal. Tres diferentes razones para dar caza a la bestia, la obsesión (Wild Bill Hickok), la venganza (Caballo Loco) y la codicia (Zane). Wild Bill Hickok (Charles Bronson)Caballo loco (Will Sampson)Zane (Jack Warden)Lo peor de la película sin lugar a duda es las escenas del búfalo, ya que estamos ante un western de bajo presupuesto, y el animal se nota mucho que es un “animatronic” de cartón y trapos, que vista hoy en día se nota mucho más la falta de presupuesto en los efectos especiales, pero aún así la película sale bien parada de la pelea final con el monstruo, como bien dice un amigo mío, en lugar de efectos especiales son defectos especiales. El búfalo se nota muy falso (animatronic)Lo mejor de película es su grandioso reparto, en el papel protagonista tenemos al siempre convincente Charles Bronson, que se calza las botas perfectamente de este pistolero tan legendario, que si me lo tuviera que imaginar me lo haría como lo interpreta Bronson, con esas peculiares e inquietantes gafas de sol oscuras que lleva durante toda la película, en el papel de jefe indio “Caballo Loco” tenemos a Will Sampson, un actor extraordinario de origen indio, que interpretaría a otro legendario indio en la gran pantalla en la extraordinaria “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Y por último los fantásticos secundarios con los que se va cruzando Charles Bronson en su camino: Stuart Whitman, Clint Walker, John Carrdine y Ed Lauter, el fantástico actor secundario del cine de los años 80, recientemente fallecido.
Extraordinario repartoY por último Kim Novak, la cual se retiró del cine con apenas 32 años años para casarse, lo que supuso una enorme conmoción en los millones de fan que la adoraban. Por eso una de las razones por las cuales fue enormemente conocido este western, fue por el retorno al cine de esta estupenda actriz, que dicho sea de paso, luce tan radiante como siempre.Kim Novak luce tan radiante como siempre Un breve papel que deja huella, aquí interpreta una encargada de una pequeña pensión en la cual Bronson pasa la noche, un viejo amor de Bronson de tiempos atrás. Sí que es duro el personaje de Charles Bronson, porque debe ser el único mortal que ha rechazado a Kim Novak, poco creíble por cierto, aún sabiendo que puede morir en la caza del búfalo blanco. -Lucas (antiguo marido de Kim Novac) fue un hombre afortunado.
- Gracias ojos gato.
- ¿Por qué me llamas así?
- ¿No has visto tus ojos cuando haces el amor, o cuando preparas tus armas?
- Pero si soy un hombre muy sociable, siempre evito las peleas.
- ¡Sociable, cómo no! Eres el pistolero más sociable que le haya volado los sesos a alguien.
Charles Bronson y Kim Novak forman una extraña pareja Aún así es un western que nos deja numerosas escenas para el recuerdo.La escena donde Charles Bronson observa una montaña de huesos de búfalos, es un indicio que los mejores tiempos para el oeste han terminado, la caza del búfalo que representa el último vestigio de ese mundo, que por desgracia para nuestros protagonistas está llegando a su fin. Montaña de huesos de búfaloDe este western me gusta mucho su cuidada ambientación, sus maravillosos parajes nevados donde vive el bisonte blanco, o como están filmados las cantinas por las que va parando nuestro protagonista. Sobre todo el saloon donde se reúnen los más peligrosos y sanguinarios buscadores de oro de la región. Extraordinaria y exquisita ambientación El director de esta película es el siempre espectacular J. Lee Thompson que empezó dirigiendo interesantes y entretenidas películas de aventuras en la década de los 60 (“La bahía del tigre” (1959) “Los cañones de Navarone” (1961), lo que me gusta esta película bélica, “ Taras Bulba” (1962), “Ojo del diablo” (1966), “El oro de Mackenna” (1969), “El pasaje” (1979) y sobre todo su mejor película “El cabo del terror” con unos impresionantes Robert Mitchum y Gregory Peck y terminó realizando divertidas películas de acción de serie B para el esplendido Charles Bronson en la décadas de los 70 y los 80. Por eso su dirección se nota en las brillantes escenas de acción de toda la película, el enfrentamiento en el interior de diligencia, la pelea con los soldados en el interior de la cantina, el duelo con pistolas en el saloon con mineros, y los tiroteos en las montañas rocosas contra indios y vaqueros.
Charles Bronson las pasará canutas durante toda la película Me gusta mucho la relación de complicidad, de entendimiento y de respecto que se establece entre Caballo loco y Wild Bill Hickock, cada uno de ellos entiende las razones por la cuales necesita cazar el otro al búfalo blanco, y el bonito plano final con el que termina la película. Muy bonita la relación entre Caballo Loco y Wild Bill Hickock
En resumen un western muy entretenido que os hará pasar un buen rato para todos aquellos que les guste el western. Y recordad siempre va a ver un momento en nuestras vidas que cada uno de nosotros se debe enfrentar cara a cara con sus miedos si quiere seguir viviendo en paz.Metáfora de los miedos y temores a los que se enfrenta todo ser humano
The White Buffalo