Yo ya he honrado a San Pancetín, y además os traigo unas fotos y una receta que os harán olvidar las melindrosidades románticas y el puturrú de fuá.
Éste es el desayuno total, hipervitaminado e hipohuracanado, que a veces (no siempre, lo juro) me meto entre pecho y espalda. Para solteros o acompañados, recetas caseras hechas con amor: frisuelos leoneses, panceta o tocino, confitura casera de fresas y arándanos, zumo de naranja, magdalenas y café con leche.
Es altamente recomendable ingerir el desayuno total en plena ola de frío siberiano, o si después vais a a hacer algún ejercicio distinto a estar sentados en el sofá. En caso contrario, eludo responsabilidades derivadas de vuestro aumento de diámetro.
Los frisuelos son típicos de León y Asturias, unas tortitas a base de leche, harina y huevo muy parecidas a las filloas gallegas o los crêpe franceses. Tenéis mi palabra de honor de que de verdad, 100% asegurado, son facilísimos de hacer y se preparan en un periquete. Ni se pegan, ni se rompen.
Es mejor comerlos recién hechos y calientes, en cuanto salen de la sartén. Por eso es recomendable preparar antes el resto de elementos del desayuno.
El desayuno total:
Dificultad, así de primeras: pelín laborioso, pero ¿qué no hacéis por amor?Probables complicaciones: hacer cada cosa a su tiempo, cuidado los cocinillas que no son multi-tareaSabor: tótum revolútum de calorías, gustazo total.
Tarea nº 1: hacer el café. Si tomáis colacao, nesquick, leche sola o café instantaneo, eso que os ahorráis. En caso de ser consumidor de té, esperar.
Tarea nº 2: sacar la leche de la nevera y llenar las tazas.
Tarea nº 3: tener las naranjas a la vista. Recordad que como dicen las madres, si no te tomas el zumo recién hecho no sirve de nada porque se le van las vitaminas, así que las dejamos reposar de momento.
Tarea nº 4: los frisuelos se pueden comer solos, o rellenos de azúcar, miel, crema de chocolate, mermelada... También podéis meter dentro la panceta (bacon, tocino o similar) y hacer una guarrería digna de San Pancetín. En caso de usar ingredientes ya listos para el relleno, servirlos en un plato o fuente, que le da un toque elegante al desayuno. Yo he usado confitura casera de fresas y arándanos, con mucho más sabor que cualquier mermelada comprada: si queréis hacerla, éste es el momento.
Confitura casera de fresas: (un poquillo, para rellenar sólo los 6 frisuelos que nos saldrán con la receta)
4 o 5 fresas grandes
un chorrito de agua
una cucharada de azúcar
si estamos generosos, arándanos o frambuesas frescos
En un cazo, calentar un dedo de agua hasta que hierva. Echar dentro las fresas y dejarlas cocer a fuego medio unos 10 minutos, hasta que empiecen a deshacerse. Añadir el azúcar, los frutos rojos, y apachurrar un poco con una cuchara o tenedor. Reservar en el cazo para que no se enfríe.
Tarea nº 5: si os habéis decidido por el atracón máximo y tenéis una buena panceta a mano, cortarlas en lonchas a vuestro gusto.
Tarea nº 6: preparar la masa de los frisuelos, y cuando esté lista calentar a la vez la sartén de la infame panceta y la grande destinada a las tortitas. Cocinar la panceta a fuego lento mientras se hacen los frisuelos.
Frisuelos (6 unidades, grandes)
1 huevo
250 ml. de leche
125 gr. de harina
2 cucharada de azúcar
1 pizca de sal
tocino, manteca de cerdo o aceite
PREPARACIÓN: Batir el huevo en un bol grande. Añadir la leche, el azúcar y la sala, y batir hasta homogeneizar el líquido. Tamizar la harina si es posible, para que no cree grumos. Agregarla a la mezcla de huevo y leche poco a poco. También Se puede hacer al revés, echar el líquido poco a poco a la harina, en unas cuantas veces revolviendo bien.
Calentar una sartén antiadherente grande, y frotar un trozo de tocino contra el fondo y las paredes. Si esto os parece demasiado o no tenéis, podéis usar aceite o manteca para engrasarla. En vez de echar un chorro, mejor empapar un trapo o papel de cocina y restregarlo contra la sartén, creando una película grasa.
Con un cazo no muy grande, echar una medida de masa en la sartén, mover ésta un poco para que se reparta bien y esperar 2 minutos. Meter una espátula fina debajo del frisuelo, darle la vuelta y hacerlo por el otro lado otros 2 minutos más. No se romperá, no os preocupéis. Si ocurriera un desastre y se rompiera, da igual, está igual de bueno. Ah, de tirar el primero nada, eso es un desperdicio y una tontería, si la sartén está bien caliente saldrá perfecto desde el primero hasta el último.
Entre frisuelo y frisuelo, volver a engrasar un poco la sartén. Ir poniendo las tortitas sobre un plato o fuente, unas encima de otras. Tarea nº 7: Calentar la leche o el agua para el té, exprimir el zumo, sentaros a la mesa con la radio puesta y disfrutar de vuestro pantagruélico desayuno. Por supuesto, podéis hacer el desayuno total a vuestro gusto personal, incluyendo huevos revueltos, salchichas, tostadas, magdalenas, o incluso cochinadas tales como chorizo con nocilla, patatas fritas, fabada o vete tú a saber. Que lo disfrutéis con tranquilidad y mucho amor.