"...hoy, cuando me marchaba, me rodeó con sus brazos y me tocó las paletillas para comprobar, según dijo, si mis alas eran fuertes. El pájaro que quiere remontarse por encima del nivel ordinario de la tradición y los prejuicios debe tener las alas fuertes. Es un triste espectáculo ver a los débiles, magullados y agotados cómo aletean de vuelta a tierra."Sí, hacen falta alas fuertes para remontarse por encima de la tradición y los prejuicios, hace falta una musculatura potente para que esas alas se desplieguen y nos eleven. Sin embargo, pocos espectáculos hay más hermosos que contemplar a una criatura que por primera vez se despereza y se abre a la vida. Puede encontrarse desubicada, puede que sus primeros intentos de vuelo dejen patentes sus contradicciones internas, pero hay una especie de desafío en sus ojos, hay una minúscula autoafirmación en cada una de sus células que hace que, al actuar éstas juntas y coordinadas, el cuerpo se eleve majestuoso por encima del resto de los mortales. Sólo unos pocos privilegiados pueden asistir a este espectáculo; sólo aquellos capaces de ver en ese desplegar de alas algo más que un capricho o una enajenación transitoria son dignos de comprender que están siendo testigos de un acto de valentía poco común.
"Apreciaba un cambio sutil en ella, algo que había transformado a la mujer apática que él conocía en un ser que, en aquellos momentos, parecía palpitar con la fuerza de la vida. Hablaba de un modo cálido y enérgico; no había represión en su mirada ni en sus gestos. Le hacía pensar en un animal elástico y hermoso que se desesperezara al sol."Esa mujer que despierta a la vida es Edna Pontellier, y los primeros signos de su toma de conciencia se manifiestan un verano que pasa en Grand Isle junto a su esposo e hijos pequeños y otros conciudadanos de Nueva Orleans. Pudo ser el vasto mar, que mece, alienta y desafía, aguas inmensas que traen reminiscencias de otro mar verde de hierba por el que una niña avanzaba años atrás; pudo ser las risas compartidas con Robert, hijo de la mujer que regenta las viviendas de veraneo, ya se sabe que la risa abre compuertas desconocidas y se ignora lo que a través de ellas se pueda liberar; pudo ser el calor asfixiante, la luz de la luna, la música, las historias, las canciones; el caso es que la Edna que vuelve a Nueva Orleans tras ese verano poco tiene que ver con la que se fue semanas atrás.
"Cierta luz empezaba a despuntar lentamente en su interior, la luz que muestra el camino y, a la vez, lo prohíbe."Tomar esta historia como un caso de amor extramarital o un intento de infidelidad sería quedarse en la punta del iceberg. El despertar de Edna no es sólo físico o sensual. Comienza a darse cuenta de que está pasando por la vida sin vivirla, sin realizarse, sin ser ella misma; empieza a cuestionar la sumisión tácita a su esposo sobre la que se sustenta su matrimonio; también es consciente de que, aunque ama sus hijos, no es ese tipo de madre abnegada y sacrificada que en cambio sí son las mujeres a las que frecuenta. Cada vez está más disconforme con su vida y anhela vivirla conforme a sus deseos sin tener que dar explicaciones a nadie. Vive un maremágnum de emociones en su interior, una lucha entre quién es y quién se supone que debe ser. Sin embargo, es una mujer consecuente y se plantea su independencia con todas las consecuencias.
Esta historia escrita por Kate Chopin fue publicada por primera vez en 1899 y supuso todo un escándalo en la sociedad sureña de la época. Hasta entonces, Chopin había gozado de cierto éxito con sus anteriores relatos (el libro que hoy os traigo, además de El despertar, contiene una selección de éstos aunque mi reseña se centra sólo en el primero). En ellos, a pesar de que la autora mostraba su preferencia por mujeres independientes y poco comunes por aquel entonces, hacía gala de una exquisita capacidad para plasmar la mezcla étnica y la influencia francesa propia de esa zona de los Estados Unidos, cosa que encandilaba a los lectores. Sin embargo, esta manifestación abierta por parte de una mujer cuestionando tanto el matrimonio como la maternidad abnegada se encontró con un brusco rechazo. Como consecuencia, la carrera literaria de Kate Chopin se vio drásticamente mermada. En la actualidad, esta autora es considerada como precursora de la gran literatura sureña del siglo XX y como una pionera de la narrativa feminista.
El despertar, aunque centrado en la clase alta, también nos deja entrever toda esa riqueza cultural que acabo de mencionar. El ambiente sureño es embriagador y Kate Chopin sabe utilizarlo como acicate en la transformación de Edna Pontellier. Todo parece confabularse para acompañar a nuestra protagonista en el camino que se está abriendo, en sus dudas y temores, en sus deseos y esperanzas. La prosa de Chopin es elegante, sutil y reveladora.
"El agua del golfo que se extendía ante ella emitía destellos bajo los millones de luces del sol. La voz del mar es seductora, incansable, susurrante, clamorosa, murmuradora; invita al alma a que se pierda en abismos de soledad. No había un alma en toda la extensión de la playa. En lo alto, un pájaro con un ala rota batía el aire: daba vueltas sobre sí mismo, vacilaba, caía en círculos hacia el agua, impotente."El resto de personajes que acompañan a Edna serán testigos de su despertar aunque no todos sabrán cómo interpretarlo. De descuido de las obligaciones o 'cosas de mujeres' será calificado su comportamiento por algunos; otros intuirán la causa del mismo aunque tal vez no toda su magnitud y, aunque bienintencionados, serán reacios a su despegue por miedo a la dureza de su caída; habrá también quien la comprenda sin palabras, como un alma gemela, y que tan sólo dude de la fortaleza de las alas que mantengan su vuelo. Edna, a pesar de la contradicción en la que vive instalada, concluirá que "tal vez, después de todo, sea mejor despertar, incluso para sufrir, que ser víctima del engaño toda la vida".
En cuanto a vosotros, mis queridos lectores, sé que sabréis valorar el espectáculo que se os brinda. Sé que sabréis acompañar a Edna en su despertar, alentarla si decide emprender el vuelo, sostenerla si se cae y vuelve a tierra, consolarla si renuncia en su empeño. El vuelo hacia la libertad no siempre es ascendente, tiene múltiples direcciones; sé que sabréis comprenderla. Sé que sois dignos lectores, por lo que ella os recompensará dejándoos pasear a la sombra de su divina presencia.
"...el 28 de agosto, a media noche, si la luna brilla (es imprescindible que brille), un espíritu que viene vagando por estas playas desde hace siglos surge del golfo. Con su penetrante vista, el espíritu busca un mortal que sea digno de hacerle compañía, digno de ser elevado durante unas horas al reino de lo semicelestial. Hasta hoy su búsqueda ha sido siempre infructuosa, y, descorazonado, ha vuelto a sumergirse en el mar. Pero esta noche ha encontrado a la señora Pontellier y tal vez nunca la deje escapar totalmente del hechizo. Quizá ahora ella no permita jamás que un indigno y humilde mortal pasee a la sombra de su divina presencia."
Churning Baltic Sea. Fotografía de J. Triepke
Ficha del libro:
Título: El despertar y otros relatos
Autora: Kate Chopin Traductora: Olivia de Miguel
Editorial: Alba
Año de publicación: 2011
Nº de páginas: 480
ISBN: 97884-84286059