Revista Opinión

El destino de VOX es cambiar profundamente España

Publicado el 18 diciembre 2018 por Franky
Ni sus máximos lídres lo saben, pero VOX no ha llegado a España sólo para quedarse, como andan diciendo por ahí, ni para ser la principal fuerza de la oposición, como ha ocurrido en Francia con el partido de Le Pen, sino para ganar las elecciones generales, gobernar y transformar España de verdad, de punta a rabo. A usted puede gustarle o no, pero es lo que va a ocurrir porque es lo que quieren los ciudadanos. --- El destino de VOX es cambiar profundamente España Los españoles están más hartos e indignados que el resto de los europeos. Probablemente, el español es el pueblo europeo que más abusos, arbitrariedades y canalladas ha soportado de sus gobernantes: saqueos y estafas bancarias, impuestos abusivos, ladrones en las instituciones, corrupción generalizada, pactos contra natura, arrogancia, mentiras, terrorismo, odio, malos servicios públicos, desempleo masivo, desamparo y hasta golpes de estado protagonizados por partidos que se sientan en el Congreso y que hoy, para colmo de males, son socios del gobierno de Pedro Sánchez.

Nadie ha soportado tanto de sus políticos como los españoles, que están tan cansados y hastiados que han decidido que VOX tome el poder y cambie el país. Los viejos políticos se han sorprendido del impresionante auge de VOX, pero es porque están tan embotados y alienados que casi no distinguen ya el día de la noche.

Los españoles, que han demostrado muchas veces que son fuertes, sabios y capaces de anticiparse al futuro, saben que los cambios que España necesita sólo puede pilotarlos VOX. Es absurdo pensar que partidos como el PSOE, el PP, Ciudadanos y Podemos puedan realizar una revolución fiscal que baje los impuestos, adelgazar el Estado de manera drástica, cerrar emisoras publicas de radio y televisión, prohibir los partidos golpistas, cerrar las fronteras a la inmigración descontrolada y delictiva que ahora entra con alfombras rojas, centralizar de nuevo funciones vitales que nunca debieron cederse a las comunidades, como la educación, la salud y el orden público, acabar con la financiación pública de los partidos, dejar de comprar y pervertir a jueces, periodistas y medios de comunicación, acabar con la inmensidad de los privilegios de la clase política, casi todos inmerecidos, limitar el poder de los partidos, imponer exigencias éticas y profesionales a los altos cargos, perseguir con justicia a los ladrones y acabar con esos verdaderos cánceres terminales de la nación que son las comunidades autónomas, convertidas en nidos de sátrapas, sinvergüenzas, políticos corruptos, despilfarradores y mafias habituadas a prevaricar, abusar del poder y corromperlo todo.

¿Cómo van a poder cambiar España, de punta a rabo, los mismos partidos que han construido la basura de país que hoy tenemos? Es evidente que ni el PSOE ni el PP pueden hacerlo y que los nacionalistas corruptos vascos y catalanes, maestros en el odio a España, tampoco pueden, del mismo modo que tampoco lo harían ni Podemos ni Ciudadanos, porque a ambos les sobra "casta" y les falta limpieza y decisión.

El pueblo, que lo sabe, ha llamado a VOX para entregarle el timón de la nave porque es plenamente consciente de que sólo ese partido tiene la limpieza, frescura, valor, dignidad y brío suficientes para acometer lo que deberá ser la transformación más profunda de España, desde la llegada del primer Borbón, Felipe V, en 1700.

El destino de VOX parece marcado a fuego y nada podrá impedirlo, salvo que ocurra una catástrofe o que sus líderes sean demasiado torpes y se conviertan en una nueva versión de la casta corrupta española. No sé si las próximas elecciones generales las ganará VOX porque quizás el tiempo disponible no sea suficiente para que su crecimiento alcance los niveles necesarios, pero es seguro que ganará las siguientes y que, si todo sigue igual y los corruptos y miserables siguen gobernando el país, ganará por mayoría absoluta, recibiendo del pueblo un mandato claro y abrumador de que transforme la pocilga.

Antes del gran cambio general irán cambiando muchas cosas en España como anticipo de la gran transformación. Cambiarán algo los partidos políticos, pero no mucho porque la podredumbre paraliza sus entrañas, cambiarán los medios de comunicación, que son, junto con los partidos, los grandes culpables del drama español. La irrupción de VOX en Andalucía ha anunciado la enorme crisis que se le acerca al mundo mediático, que cada día convencen e influyen menos, sobre todo una vez que el pueblo ha asumido que son la muleta que los políticos han necesitado para engañar, pudrir, saquear y destruir la nación y los valores, en silencio y oscuridad.

Esos medios sometidos han sido el escudo y la lanza de la casta, sobre todo aquellos medios que, financiados con dinero procedente de los impuestos, han servido para defender los intereses de un partido y de una ideología dominante, como son los dos ejemplos más escandalosos: la catalana TV3 y la andaluza Canal Sur.

La gran conspiración que ha hecho posible que los políticos más ineptos, miserables e hipócritas de la Europa moderna se hayan mantenido tanto tiempo en el poder, gobernando como si fueran dioses, contra la voluntad popular e infectados de corrupción y abuso de poder, está saltando por los aires, entre otras razones porque los medios que han comprado y sometido ya no influyen como antes.

La gente tiene demasiadas preguntas sin respuestas, a pesar de que el deber de los medios era responderlas: ¿Por qué se financian los partidos con el dinero de los impuestos si el pueblo no quiere? ¿Por qué los corruptos no son obligados a devolver el botín robado? ¿Por qué no ingresan en prisión los miles de políticos que no pueden explicar sus patrimonios? ¿Por qué los altos cargos se apropian en secreto de los fondos reservados? ¿Por qué no son expulsados de la carrera los jueces politizados que no castigan los delitos de sus amigos políticos? ¿Por qué hay tantos aforados que no merecen serlo? ¿Por qué un político mediocre y corrupto tiene más privilegios y gana mas dinero que un científico de primera fila o un inventor? ¿Por qué las pensiones no están garantizadas? ¿Por qué los estados han engordado colocando a los amigos del poder y hoy son hasta diez veces más grandes de lo necesario? ¿Por qué hay siete veces más políticos a sueldo del Estado de los que el país necesita? ¿Por qué a un jefe de gobierno o a un ministro se les exige menos preparación que a una secretaria de dirección? ¿Por qué no se practican test antidrogas a los políticos, cuando un político drogado es cien veces más peligroso que un ciclista o un atleta?

Detrás de cada pregunta hay una gran dosis de abuso de poder y una opacidad insultante y antidemocrática que el pueblo ya no soporta. Esas preguntas sin respuesta han cavado la tumba de una clase política que, con toda razón, va a ser barrida por la ciudadanía, que está llevando en volandas a VOX hasta el poder para encontrar respuestas y soluciones que los políticos corruptos les han negado sistemáticamente.

VOX no ha llegado solo para quedarse, sino para cambiar la correlación de fuerzas en España. En cualquier comunidad autónoma española, salvo en la histérica Cataluña, la suma de VOX, PP y Ciudadanos ya, en estos momentos, forma mayorías sólidas capaces de gobernar. A escala nacional ocurre lo mismo. Se acabó la hegemonía de la izquierda en España y será por muchos años.

Pronto VOX alcanzará una sólida hegemonía y demostrará entonces que la verdadera extrema derecha y extrema izquierda eran aquellos que han destruido España y la han sembrado de abuso, desilusión y suciedad.

Francisco Rubiales


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