Hace mucho que no tengo una boda, al menos no como invitada. Mis amigas se casaron hace tiempo así que no encuentro la excusa ni el evento perfecto para lucir un gran tocado. En los eventos suele (y creo que debe) haber dos tipos de invitadas:
Por un lado están las que eligen “el vestido”. Ese que no admite más que unos pequeños pendientes y unos taconazos como acompañamiento porque lo dice todo por sí mismo.
Por otro lado, están las que apuestan por los complementos. Un vestido sencillo, sin extravagancias ni estridencias que acepte un fantástico tocado como protagonista del look.
(Cuando se juntan “el vestido” y el super tocado ya sabéis, too much!)
Quienes me conocéis sabéis que yo apuesto habitualmente por los complementos. Me encanta la personalidad estética que aportan un turbante, una chistera, una delicada corona o un tocado sencillo. Sin duda consiguen que camine más erguida que con un buen tacón.
Por eso quiero hablaros hoy de El desván de Manuela y de sus creaciones. Nadie diría que de la unión de una farmacéutica y una ingeniero podría generarse tanta creatividad. Pero no se trata sólo de crear. Ana y Natalia se vuelcan con cada novia o invitada para conseguir que se sientan especiales, diferentes y sobre todo, perfectas y elegantes.
No me extraña que estén triunfando tan rápido y que Telva decidiese recomendarlas en su web tras su participación con Somos Norte en el evento de la Fundación Lázaro Galdiano. (Su chistera que me vuelve loca como inspiración del estilo de Máxima de Holanda pinchando aquí)
Por suerte son amigas mías, así que cualquier día aparezco en su taller y paso una tarde de ensueño probándome sus maravillosos diseños. A que os apetece venir?
feliz semana!
patricia