"Pero aún sabiendo todo, que la vida es muy frágil... es un vaso frágil, como dice la Biblia; se cae, se hace mil pedazos. Aún sabiéndolo no le damos importancia; seguimos viviendo, con nuestra fragilidad, creyendo que somos inmortales, y que nunca se va a romper el vaso. Ahora, después de una de estas enfermedades y operaciones, se percata uno de la fragilidad."
Estas palabras fueron pronunciadas por D. Enrique Tierno Galván en una entrevista realizada por TVE el 18 de diciembre de 1985, a propósito de la enfermedad que le aquejaba y la operación a la que había sido sometido.
El 20 de enero de 1986 fue un lunes triste para los madrileños. A las diez de la mañana quedaba instalada la capilla ardiente de Enrique Tierno Galván en el patio de Cristales de la Casa de la Villa. Ayuntamiento y Comunidad Autónoma se ponían de acuerdo en decretar tres días de luto en los que funcionarían únicamente los servicios mínimos.
También a las diez se celebraba un pleno extraordinario en el que se oficializaba el fallecimiento del alcalde y se aprobaba por unanimidad concederle, a título póstumo, la Medalla de Honor, máxima distinción otorgada por la Villa de Madrid. La condecoración fue colocada en el féretro momentos después.
Las banderas de España y Europa ondeaban en los organismos oficiales a media asta; Madrid y los madrileños estaban de luto.
Desde la madrugada del día 20, en la plaza de la Villa se congregaba gran cantidad de gente para esperar la llegada del furgón que conduciría los restos desde la Clínica Ruber hasta la capilla ardiente.
A las nueve y cuarto de la mañana salía el furgón de la clínica y el alcalde recibía los primeros aplausos y ovaciones de los madrileños que allí estaban.
Formaban la comitiva un grupo de motoristas, dos coches con miembros del Ayuntamiento, y entre ellos el furgón. Al paso por la calle de Juan Bravo se vivieron escenas tristes; muchos vecinos mostraban su pesar al paso de la comitiva.
A las diez menos veinticinco de la mañana llegaban a la plaza de la Villa, y el público, más el que se había sumado a lo largo de la mañana, saludaron al viejo profesor al grito de "Tierno, Tierno" y "alcalde, alcalde".
A lo largo del día, centenares de madrileños rendían merecido tributo al que había sido mejor alcalde de Madrid después del pintoresco Carlos III.
Quedó instalado el féretro de caoba color marrón que contenía los restos mortales del alcalde en el patio de los cristales de la Casa de la Villa, como se había anunciado la noche anterior.
Tres maceros y cuatro policías municipales rodeaban el féretro, que había sido colocado sobre un túmulo rojo. En una mesita enfrentada se habían colocado el bastón y el collar, atributos de su cargo. También una Constitución y el crucifijo de madera que decían era el que Tierno tenía en su mesa de despacho.
El cuerpo iba amortajado con el acostumbrado traje cruzado gris que llevaba el alcalde. Le habían dejado las gafas puestas, y sus manos reposaban cruzadas sobre el vientre. Tenía un aspecto sereno.
El primero de los madrileños en despedirse del alcalde fue el Sr. Ángel Pérez Navarro, de 75 años. Guardaba turno desde las dos de la madrugada.
Al mediodía, la cola formada por los ciudadanos que honraban a su alcalde iba desde la plaza de la Villa por la calle Mayor hasta la Puerta del Sol; de allí daba la vuelta en el mismo sentido. Según fuentes municipales, la fila era de un kilómetro de longitud.
El presidente de aquel momento, Felipe González, acudió a la capilla ardiente y permaneció casi diez minutos frente al féretro; después dio el pésame a la esposa e hijo del fallecido. A la salida no hizo declaraciones, se limitó a responder:
"Los ciudadanos están dando ya la imagen de Tierno"
Muchas fueron las muestras de afecto y dolor. Citar a todas las personalidades que visitaron la capilla o enviaron sus condolencias, merecería un artículo suplementario.
En San Francisco el Grande
Por la tarde, a las siete y cinco, comenzaba el funeral "corpore insepulto"en la basílica de San Francisco el Grande.
Al acto asistieron la familia del alcalde, la esposa del presidente del Gobierno, Sra. Carmen Romero, los ministros de Interior, Administración Territorial y Justicia. También el líder de la oposición, la Corporación municipal, personalidades del momento, y varios centenares de madrileños a los que se les permitió el acceso. Fuera de la basílica quedaba gran cantidad de ciudadanos custodiados por la policía.
Tierno Galván era agnóstico, marxista, sin embrago su relación con la iglesia fue buena.
Durante la ceremonia, el cardenal Ángel Suquía dijo en su homilía:
"Del alcalde de Madrid se han dicho y escrito cosas en estos últimos días. No faltarán exageraciones porque así somos los humanos, cortos en alabanza mientras se vive y largos a la hora de la muerte. Es vos común que Tierno, de la política, supo hacer confrontación de ideas y proyectos, no de personas. Fue imagen de los buenos mortales, de la elegancia del trato, de la buena crianza.
Puedo decir que todos estos años ha sido exquisito en su trato con la iglesia de Madrid. La escuchó, aceptó y buscó una sana colaboración con ella. Era una persona respetuosa con la religión. [...] Perdona a nuestro hermano y no permitas que sea alejado de ti, por el poder de tu resurrección llévalo al lugar de la luz y de la paz."
Y así fue aquel día de hace treinta años.
Sigue este enlace http://rtve.es/v/990661 para conocer más sobre la figura del viejo profesor y mejor alcalde de Madrid. Advertimos, para gustos los colores. Cualquier tipo de polémica queda fuera de este recuerdo a su memoria.
En todos los rincones de la Villa y Corte; en la memoria de los madrileños, resonaba el eco de los brillantes pregones y los elocuentes bandos del viejo profesor.
La Biblioteca Histórica del Ayuntamiento de Madrid atesora aquellos poéticos bandos de Tierno Galván. Muchos son tan actuales hoy como hace más de treinta años, porque, como siempre decimos... no hemos cambiado tanto.
Más Bandos pulsando sobre la siguiente imagen:
Se han consultado los periódicos: LA VANGUARDIA, HOJA OFICIAL DEL LUNES, ABC.
Las fotografías corresponden a la Agencia EFE y fueron publicadas en LA VANGUARDIA del día 21 de enero de 1986.
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.
En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "El día de Tierno Galván: Funerales y Bandos. 1986", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325
* Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
* En todas las citas se ha conservado la ortografía original.
© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-002 TIERNO GALVÁN